Ser infiel puede suponer ratitos de alegría física, pero también es posible que conlleve serios disgustos, tanto emocionales como físicos.
Un camboyana de 25 años pilló a su marido infiel y no se cortó un pelo… pero sí le cortó algo a él. Con un gran cuchillo de cocina le amputó el pene a su pareja mientras dormía.
El esposo, de 40 años, no se conformaba con Saruna, sino que buscaba fuera de casa más relaciones sexuales. Y eso le costó bien caro al final.
Un cuchillo de más de 30 centímetros se le vino encima y su pene quedó separado del cuerpo… tan separado que Saruna lo lanzó por la ventana.
La verdad es que no queremos saber dónde fue a parar el miembro amputado, pero menos querríamos estar paseando por debajo de la casa en ese momento.
Lo que sí sabemos es que varios agentes de policía fueron movilizados para buscarlo y una vez hallado lo metieron en hielo para intentar conservarlo y proceder a su reimplantación en el hospital.
«Empecé a sospechar que mi marido tenía una amante porque siempre lo veía flirteando con un montón de chicas… y descubrí que estaba saliendo en secreto con otras mujeres», explicó Saruna antes de confesar: «Enfurecí y no podía calmarme, planeé lo que hice y aproveché que él estaba durmiendo».
