James Gargasoulas está acusado de matar a seis personas y dejar malheridas a otras treinta en un atropello masivo deliberado ocurrido en el centro de Melbourne (Australia) en 2017.
En el juicio, no se anda por las ramas y admite los hechos, pero asegura ser la reencarnación de Jesucristo.
Para la defensa trabaja un psiquiatra para quien el acusado delira al sufrir de esquizofrenia. Según este especialista, Gargasoulas presenta una cadena lógica fuera de toda razón cuando intenta explicar el momento del atropello. Sus razonamientos se pierden, pero siempre asegura que es el Mesías.
El acusado contó al médico que sus planes pasaban por atacar a alguien al azar para distraer a los agentes de policía y así tener vía libre para «contactar con la realeza indígena y divulgar que él es Cristo». Tras esta primera entrevista ya detectó el psiquiatra que su paciente no estaba demasiado bien de la cabeza y, por tanto, no afrontaría con normalidad todo un proceso judicial.
Gargasoulas, de 28 años, está acusado por seis asesinatos y 29 tentativas de homicidio, por lo que su futuro no sabemos si estará a la derecha del Padre porque a corto plazo lo único que tendrá cerca son barrotes.
