Adorable, esa es la palabra que mejor define la historia de este monito huérfano al que sus cuidadores le regalaron un peluche del que no se separa.
Sus padres murieron en un ataque de fieras y él resultó herido, pero sobrevivió cuando apenas llevaba una semana en el mundo. Desorientado y sin saber valerse por sí mismo, fue recogido por voluntarios de Wildlife Friends Foundation Thailand (WFFT) y ahora vive feliz junto a su padre peluche.
Este pequeño simio de la especie langur tenía mordeduras por todo el cuerpo, tan menudo que ni terminó de ser devorado. «Estimamos que tenía alrededor de una semana de vida, ya que su cordón umbilical todavía estaba conectado», explican los cuidadores de la asociación ecologista.
Ahora, tras una alimentación rápida de una fórmula de leche especial, descansa en un centro especializado más acorde a las necesidades para preservar una especie en peligro.
