Un enorme conejo murió en extrañas circunstancias mientras viajaba en avión entre Londres y Chicago. Parece que la altura afectó al animal en un vuelo tan largo, así que al llegar a su destino había fallecido.
A sus diez meses de edad, el animal, llamado Simón, ya medía más de 90 centímetros, algo que no extraña al saber que su padre es considerado el conejo más grande del mundo. Porque sí, su progenitor, Darío, supera el metro y veinte centímetros.
Un criador de Estados Unidos pagó 2300 euros por Simón con la esperanza de que, con una dieta equilibrada y un entorno ideal, se convirtiese en el conejo más grande del mundo. Pero no pudo ser.
Su primera criadora había sido Annete Edwards, curiosamente exmodelo de Playboy, revista conocida por su logo en forma de conejito. Ahora, Edwards sigue cuidando al padre del conejo fallecido, pero ha visto rotas sus ilusiones de ver un conejo aún mayor.
Según relata, antes de enviar al conejo en avión se le realizó un examen veterinario completo: «estaba feliz, precioso con su pelaje negro y dando saltos sin parar». Parece ser que el animal llegó vivo a Chicago, pero fue guardado en un almacén durante el tiempo de escala y falleció en dicho lugar.
Edwards, dedicada profesionalmente la cría de conejos grandes, dice haber enviado decenas de animales antes a lugares lejanos, por lo que no esperaba un final tan triste para Simón.
La pasión de Annete Edwars por los conejos no es nueva y otro día hablaremos de los 12.000 euros que se gastó en cirugía plástica para parecerse a Jessica Rabbit.
