En declaraciones a TVE, el ministro también ha señalado que, “más allá de cuestiones jurídicas”, el debate sobre el Estatuto de Cataluña es “una cuestión de voluntad política” porque el mecanismo para la renovación “existe y ha funcionado” antes.
Por eso, dijo, habría que pensar “entre todos” qué hacer cuando el TC o el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no se renuevan en los plazos establecidos, y debatir sobre qué mecanismos deben aplicarse para que “no se produzcan vacíos institucionales”.
Caamaño explicó que la nueva ponencia, que ha asumido la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, no supone “empezar de cero”, sino que aprovechará todo lo ya debatido anteriormente para “construir una alternativa que pueda decidir”.
El ministro, aunque no ha vaticinado ninguna fecha para la sentencia, ha avanzado que se dictará en “tiempos razonables” y que él desea que se haga “lo antes posible”.
En cuanto al manifiesto de 62 articulistas en el que se advierte de que la sentencia del Constitucional sobre el texto autonómico hará elegir a los catalanes “entre la involución y la secesión”, Caamaño ha dicho que los miembros del TC tienen “el oficio suficiente” para tomar su decisión “con arreglo a la constitución” y “más allá” de estas declaraciones.
El presidente catalán, José Montilla,replicó ayer la carta del presidente de CiU, Artur Mas, con otra misiva, en la que le insta a hacer valer las “históricas relaciones” de CiU con el PP, para convencerle de que apoye una reforma del Tribunal Constitucional que frene la sentencia del Estatut.
Mas remitió al presidente de la Generalitat una carta en la que le comunicaba que no podrá acompañarle en su comparecencia del lunes 24 en el Senado y le emplazaba a dar prioridad a convencer al PSOE de que apoye la propuesta catalana en defensa del Estatut.