El etarra Andoni Otegui ha pedido al tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por un atentado cometido en Marbella (Málaga) en 2001 que "en el proceso para superar este conflicto político, ponga facilidades y termine con la negación y el sufrimiento de todos estos años".
Tres semanas después de que ETA hiciera público un comunicado en el que anunciaba "el cese de sus acciones armadas ofensivas", Otegui ha dirigido esta petición al presidente del tribunal de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando García Nicolás, quien le ha contestado que en el "proceso judicial" que se estaba siguiendo "las manifestaciones parapolíticas no tienen cabida".
La fiscal Teresa Sandoval ha elevado a definitiva su petición de 20 años y tres meses de prisión para Otegui y Óscar Celarain por los delitos de estragos terroristas, utilización ilegítima de vehículo con fines terroristas y falsificación de documentos con fines terroristas.
SUBVERTIR EL ORDEN
La representante del Ministerio Público ha considerado durante su informe de conclusiones que, tras la vista oral, "ha quedado acreditada la participación y autoría de los dos acusados" y que, "con el fin de subvertir la paz pública y el orden social, colocaron el coche bomba". Por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución, pero no ha participado en el resto del juicio "por expreso deseo" de sus defendidos.
Ninguno de los dos procesados, que según la acusación formaban el 'comando Argala' de ETA, ha querido participar en el juicio, llegando Celerain a afirmar que no le da "ninguna legitimidad" al tribunal y que, por ello, no iba a participar.
Los testigos y peritos que comparecieron en el juicio por este coche-bomba, --que no provocó daños personales por haber avisado una llamada anónima de la colocación del mismo media hora antes de que estallara, pero afectó a 29 vehículos y 80 inmuebles--, han asegurado que le dieron un grado "de fiabilidad alta" al aviso de bomba y que la zona en la que se colocó era "una zona habitada, una vía principal muy concurrida".
LA ACUSACIÓN SE BASA EN LA 'CANTADA'
La acusación se basa fundamentalmente en la 'cantada' de Andoni Otegui que, tras su detención, envió una carta de autocrítica a ETA --que están obligados a enviar todos los miembros de la banda al ser detenidos--explicando los motivos de su detención, las acciones en las que ha participado y los comandos que pueden verse afectados.
En ese documento manuscrito, encontrado por la policía francesa en el domicilio del ex jefe militar de ETA Juan Fernández de Iradi, alias "Susper", ha explicado un perito que el acusado Otegui narra su viaje por varias provincias españolas y Portugal, contando que estuvieron diez días entre Marbella y Fuengirola (Málaga), poniendo en ambas localidades un coche-bomba que estalló el mismo día --21 de junio de 2002--.
Así, señalaba Otegui que se alojaron dos días en Marbella en un hostal y, después, se instalaron en el monte, donde tenían "una especie de chabola" hasta que les llegó explosivo de Francia para preparar el coche-bomba de Fuengirola hasta que, el 19 de junio, ya estuvieron ambos colocados en el lugar donde posteriormente se produciría el atentado.
PASARON UN CONTROL POLICIAL
Tras ello, escaparon con una moto que habían alquilado y conducían ambos, con la que recorrieron 300 kilómetros hasta Úbeda (Jaén), donde encontraron un control policial que pasaron, pero decidieron abandonar la moto al considerarla peligrosa y recorrieron otros 200 kilómetros en taxi hasta Albacete.
Según el agente que ha relatado los hechos recogidos en la 'cantada' de Adoni, coinciden "al dedillo" con las investigaciones policiales posteriores, tras incautar en Francia la documentación falsa con la que realizaron este viaje.
Otro documento escrito por 'Susper' y datos recogidos en la agenda del ex jefe militar de ETA Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', confirman que los dos procesados eran los únicos integrantes del 'comando Argala'. El juicio ha quedado visto para sentencia.
CONDENADOS EN PARÍS
Sandoval considera que los dos etarras, que fueron entregados temporalmente este año por las autoridades francesas, son responsables de la colocación del coche que estalló el 21 de junio de 2002 en la localidad malagueña, provocando importantes daños materiales. Los dos fueron condenados a ocho años de prisión en febrero 2006 por el Tribunal de Primera Instancia de París por integración en asociación de malhechores con fines terroristas.
Los hechos juzgados se remontan a cuando ambos eran integrantes del comando itinerante 'Argala' de ETA. Para llevar a cabo el atentado, utilizaron un Renault 19 que habían robado en Le Vigan (Francia) entre el 31 de mayo y el 3 de junio de 2002 y en el que colocaron una carga de entre 40 y 50 kilos de un alto explosivo, con un artefacto de iniciación eléctrica y activación temporizada.
Según el escrito de conclusiones, elevado a definitivo, de la representante del Ministerio Público, la madrugada del día 19 de junio de 2002 los dos acusados introdujeron en el maletero del coche robado el artefacto y lo activaron para que hiciera explosión a las 13.00 horas del día 21 de junio. Tras cambiarle las matrículas por unas placas falsas, lo aparcaron en la calle Rubeinstein de Marbella, donde estalló a la hora que se había determinado.
El atentado había sido anunciado mediante una llamada realizada desde Francia al Palacio de Exposiciones de Sevilla, ese mismo día a las 12.15 horas. Como consecuencia de la explosión no resultó herida ninguna persona, pero sufrieron daños materiales una veintena de vehículos, ascendiendo el total de estos daños a 69.180 euros, y un importante número de inmuebles.