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Los fuertes vientos provocan la caída de 60 metros de la verja que separa Melilla de Marruecos

La Guardia Civil ha reforzado la zona del perímetro fronterizo para evitar cualquier entrada de inmigrantes

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Las fuertes rachas de viento que azotan hoy Melilla, de más de 90 kilómetros por hora, han provocado esta madrugada la caída de parte de la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma con Marruecos, según informó la Delegación del Gobierno, que precisó que ha afectado a más de 60 metros de la verja exterior que se encuentra en el Dique Sur.

La Guardia Civil ha reforzado la zona del perímetro fronterizo para evitar cualquier entrada de inmigrantes, aunque, según informaron a Europa Press fuentes policiales, hasta ahora no se han producido incidentes ni se prevé que ocurran, ya que la parte de la valla afectada da al mar y desde donde se divisa el cercano Puerto de Beni-Enzar, por lo que la única manera de pasar por la zona es a nado.

En cualquier caso y para evitar contratiempos, patrullas del Instituto Armado se encuentran vigilando esta zona de la valla, más de 60 metros de la parte del dique sur, que ha sido derribada por la fuerza del viento que azota la ciudad autónoma.

Asimismo, la empresa de mantenimiento ha comenzado las obras de reparación de la alambrada afectada por el temporal, apuntalando la parte interior para evitar que también caiga y arreglando la parte exterior, que se desplomó pasada la medianoche como consecuencia del viento, con rachas superiores a los 90 kilómetros por hora.

La anterior ocasión en la que la valla se vio afectada por las inclemencias meteorológicas fue en octubre de 2008, cuando más de 50 metros de alambrada por la zona de Barrio Chino se derribaron por las inundaciones que sufrió la ciudad por aquellas fechas, y originó además el bloqueo de las compuertas del arroyo más cercano a la frontera de Beni-Enzar, lugar por donde se produjeron hasta cinco intentos de entrada de inmigrantes de origen subsahariano.

Estos intentos fueron repelidos por las fuerzas de seguridad, aunque varios inmigrantes lograron su objetivo de entrada a la ciudad. La última intentona se registró durante Nochevieja, cuando unos 80 subsaharianos quisieron pasar a la ciudad española, si bien fueron rechazados por la policía marroquí, con el resultado trágico de un inmigrante muerto presuntamente por disparos de las fuerzas del vecino país.

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