Kerry acusa a Hermanos Musulmanes de "robar" la revolución en Egipto

Publicado: 21/11/2013
"Publicaron sus puntos de vista en Twitter y Facebook, y eso llevó a la revolución, que fue posteriormente robada por el grupo más organizado existente en el Estado, que era Hermanos Musulmanes", ha manifestado
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha acusado este miércoles a la organización islamista egipcia de "robar" la revolución que provocó en 2011 el derrocamiento del expresidente Hosni Mubarak y ha sostenido que "los que se manifestaron en la plaza Tahrir no tenían motivaciones religiosas".

   "Estaban motivados por lo que veían a través de este mundo interconectado y querían una oportunidad para conseguir una educación, un trabajo y un futuro, y no un Gobierno corrupto que les impedía todo eso y aún más", ha dicho Kerry, según un extracto publicado por el Departamento de Estado.

   "Publicaron sus puntos de vista en Twitter y Facebook, y eso llevó a la revolución, que fue posteriormente robada por el grupo más organizado existente en el Estado, que era Hermanos Musulmanes", ha manifestado.

   Pese a que las manifestaciones contra el Gobierno de Mubarak fueron impulsadas y protagonizadas por manifestantes progresistas y de tendencia laica, las posteriores elecciones se saldaron con la victoria de la formación islamista, con un gran peso en las zonas rurales y en la mayoría de la sociedad, que la veía como una alternativa al anterior Ejecutivo por sus años de oposición.

   El Gobierno del presidente Mohamed Mursi fue derrocado el 3 de julio tras un golpe de Estado que llegó tras semanas de manifestaciones multitudinarias en su contra. Pese a que también hubo manifestaciones a su favor, éstas fueron de menor calado.

   Así, Kerry ha sostenido que "el mejor antídoto contra el extremismo es la oportunidad", al tiempo que ha recordado las situaciones vividas en Túnez y Siria. "El vendedor de fruta de Túnez que se inmoló e inició la revolución en Túnez --en referencia a Mohamed Buazizi-- no tenía detrás una religión ni una ideología extremista. Fue golpeado por una agente, estaba cansado de la corrupción y quería una oportunidad", ha agregado.

   "Lo mismo pasa en Siria. No empezó como un conflicto entre suníes y chiíes. Empezó con gente joven que quería una reforma. Lamentablemente, (el presidente sirio, Bashar) Al Assad respondió a sus peticiones con balas, bombas y violencia. Eso llevó a donde estamos hoy y a una creciente lucha sectaria", ha remachado.

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