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El Ejército iraquí bombardea dos barrios periféricos al este de Faluya

Para recobrar su control absoluto

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El Ejército iraquí ha ejecutado la noche del viernes un intenso bombardeo contra los barrios periféricos al este de la ciudad de Faluya, en la provincia de Anbar, para tratar de recobrar su control absoluto de los milicianos suníes ligados a Al Qaeda.

   Los barrios periféricos de Subaiyat y Karmeh, supuestamente tomados por el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), han sido objeto de un "bombardeo sorpresa", según fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia estatal de noticias iraquí, NINA.

   Por el momento se desconoce si la ofensiva, perpetrada con artillería contra estos barrios situados a unos 16 kilómetros al este de Faluya, han causado víctimas entre los residentes.

   Desde el jueves, el Ejército iraquí, en colaboración con las fuerzas de seguridad y tribus locales que están de su lado, combaten al ISIL, que aún mantiene fuertes posiciones tanto en Ramadi, la capital provincial, como en Faluya.

   Los enfrentamientos armados y los intensos bombardeos lanzados por la aviación iraquí han provocado una ola de desplazados hacia localidades vecinas y las provincias aledañas de Nayaf y Karbala.

   Las tensiones entre el Gobierno del primer ministro chií, Nuri al Maliki, y la comunidad suní degeneraron hace dos semanas con la represión de un campamento de protesta en Ramadi y la violenta detención de un prominente diputado suní, adalid de las manifestaciones contra el Ejecutivo en Anbar.

   Tras un vacío de seguridad en Faluya y Ramadi a raíz de la rebelión de parte de las fuerzas de seguridad y tribales, los milicianos islamistas del ISIL se hicieron con el control de Faluya y de Ramadi, de forma parcial.

   El origen de las tensiones sectarias, sin embargo, se remontan años atrás, con el ascenso al poder de Al Maliki. Los suníes denuncia que el Gobierno les aplica una política de discriminación que se expande hasta el ámbito de la Justicia, donde, dicen, no recibir igual trato.

   La comunidad internacional ha expresado su gran preocupación por los acontecimientos que se están registrando en Faluya, a menos de 60 kilómetros de Bagdad, y en Ramadi, la capital de Anbar, que hace frontera con Siria y Jordania.

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