La ONG Save the Children alertó hoy de que 600.000 menores de edad rohinyás pueden llegar a Bangladesh huyendo de la ola de violencia de Birmania (Myanmar) en este año si continua la tendencia, cuando 409.000 miembros de esta minoría musulmana ya han arribado a territorio bangladesí en las últimas tres semanas.
"El número (de rohinyás) podría superar el millón para final de año si el influjo continúa, incluyendo 600.000 niños", indicó en un comunicado el director de la ONG en Bangladesh, Mark Pierce, citando datos de las agencias de la ONU.
Save the Children cifró en 1.100 los menores rohinyás que han llegado a suelo bangladesí sin compañía de un adulto desde el 25 de agosto, niños y adolescentes que han recorrido largas distancias "entre el barro y la lluvia" y pidió a la comunidad internacional incrementar la financiación destinada a dar respuesta a esta crisis humanitaria.
"Algunos niños han presenciado violencia y asesinatos. Algunos han recibido disparos, otros han visto sus casas arder. Otros han informado de que vieron el asesinato de sus padres", lamentó Pierce.
Por su parte, las autoridades locales del distrito de Cox's Bazar (sureste) han comenzado con una campaña de vacunación infantil para prevenir el brote de enfermedades en los campamentos.
"Tenemos un plan para distribuir 113.410 vacunas contra el sarampión entre niños rohinyás de seis a quince años (...) También daremos 43.250 vacunas contra el virus del Polio a niños de hasta cinco años", indicó a Efe el jefe del Departamento local de Salud, Abdus Salam.
Un total de 409.000 rohinyás han huido a Bangladesh en las últimas tres semanas de la ola de violencia desatada en Birmania (Myanmar), donde el Ejército birmano lleva a cabo una campaña militar en respuesta a un ataque de un grupo de insurgentes rohinyás contra puestos policiales.
La oficina en Bangladesh de las Naciones Unidas cree que el número de refugiados que han entrado en territorio bangladesí podrían duplicarse en las próximas semanas.
La crisis comenzó el pasado 25 de agosto después de que un grupo insurgente local atacara unas casetas de Policía y del Ejército en Rakhine, lo que desencadenó una operación militar que ha sido catalogada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como "caso de libro de limpieza étnica".