¡Vaya precocidad! Un niño estadounidense de ocho años condujo el coche de su padre para irse a comer hamburguesas, pero la historia es aún más sorprendente, presta atención.
El padre del conductor infantil se había acostado temprano al llegar cansado del trabajo, mientras que los niños estaban viendo la tele con su madre, que se quedó dormida. En ese momento, el ladronzuelo sintió hambre y… ¿por qué no ir a por su comida favorita?
Además, el niño no fue solo, sino que se llevó a su hermana de cuatro años y, ojo al dato, asegura haber aprendido a conducir ¡viendo tutoriales de YouTube! ¡INCREÍBLE!
No fue un trayecto largo, sino de apenas un kilómetro, pero incluía dos giros a la derecha, otro a la izquierda y cruzar las vías del tren.
Algunos viandantes repararon en el pequeño conductor y llamaron de inmediato a las autoridades, que encontraron a los dos aventureros comiendo tranquilamente acompañados una amiga de la familia que los encontró en el restaurante.
Según el atestado policial, el niño no rozó el vehículo con nada, respetó las señales y los límites de velocidad, ¡vaya crack!
