Tremendo, no se nos ocurre otro calificativo para comentar este suceso ocurrido en Botswana y que terminó con los testículos de un señor casi arrancados de cuajo.
Ese fue el final de una larga discusión motivada, según parece, porque el señor llegó tarde. Que sí, llegó un día tarde, pero la reacción de la mujer fue totalmente desmedida.
El hombre, de 33 años, había ido a la iglesia, pero se entretuvo en el camino de vuelta y eso no gustó un pelo a su pareja, que zanjó la discusión con un mordisco en los genitales de la víctima.
Debido al fuerte bocado, el escroto se rompió y los testículos quedaron fuera de su lugar natural. El hombre necesitó atención urgente y una operación de reconstrucción para intentar colocárselos de nuevo, pero las secuelas serán importantes los pueda salvar o no. Así lo explicó el jefe de la policía de Shakawe, Goitsemodimo Molapisi, quien desveló que los cargos a los que se enfrentará la mujer dependen del diagnóstico final del doctor que valora los daños causados.
«Ellos intercambiaron duras palabras y la mujer exigía saber dónde había estado su novio», explicó otro policía, para quien «tuvo mucha suerte porque el desgarro fue importante y le dejó los testículos colgando fuera de su lugar, casi cortados por completo».
