Cuatro años llevaba un grupo de seis amigos mexicanos preparando un viaje a Rusia para seguir los partidos de su selección en el Mundial de Fútbol. Pero no contaban con un imprevisto: la novia de uno de ellos se opondría a un viaje tan largo y lejano.
Para no tener problemas de pareja, un chico llamado Javier decidió abandonar los planes con sus amigos y quedarse en casa. Pero de cierta forma está presente en el viaje porque sus amigos han impreso su foto a tamaño natural en cartón y la llevan siempre con ellos.
El plan era de lo más elaborado, ya que durante años trabajaron para personalizar un pequeño autobús con el que se embarcaron hasta Portugal, donde pusieron rumbo por carretera hasta Rusia.
Exteriormente el autobús es muy reconocible porque deja ver lo locos por el fútbol que están estos colegas, mientras que por dentro cuenta con todas las comodidades que fueron capaces de instalar. Bautizado como La Bendición, en el vehículo viajan ellos, sus ilusiones… y una reproducción del amigo que finalmente no pudo participar.
Javier no está en carne y hueso, pero sí en cartón. Con una camiseta que explica «Mi vieja no me dejó», no se pierde una. Sus amigos están documentando la aventura con fotos en las que se ve al muñeco de turismo, «durmiendo» e incluso «bebiendo» cerveza.
Y este es el verdadero Javier con cara de pena deseando ir a «algún juego» con los «cabrones» de sus amigos:
