Esta lamentable historia ocurrió en China y deja en evidencia su sistema de sanidad privada, al menos en cuanto al trato con los pacientes se refiere.
Un señor que se sometía a una operación de fimosis fue obligado a pagar 58.000 yuanes (unos 7.500 euros) mientras estaba en plena intervención. No es que dicha operación fuese tan costosa, sino que durante la misma, según los médicos, se descubrieron otras cosas que necesitaban «atención inmediata».
Imaginamos la situación y no resulta nada agradable. Ese señor en mitad de la intervención siendo informado de más supuestos problemas de salud y recibiendo una factura desorbitadda. Y así hasta que accedió a pasar la tarjeta bajo «amenaza» de no ser cosido.
El suceso tuvo lugar en el Hospital Ouya Men’s Health de Yinchuan (noroeste de China) y no era un suceso aislado. Tanto es así que la policía investiga al Centro y hay quien lo considera una «organización criminal» por sus chantajes a pacientes en plena operación.
Tras conocerse este caso han aparecido más afectados que, quizás por vergüenza o miedo, no habían denunciado antes, pero ya se contabilizan 43 denuncias.
