No lo hizo por fastidiar a nadie, tampoco fue una venganza, pero el modo de pago que eligió una señora obligó a los empleados de un concesionario a trabajar varios días de más.
Sucedió en china y la señora entregó 24.200 euros en monedas para abonar un coche nuevo. El resto sí lo pagó mediante una transferencia, pero esa cantidad de dinero suponía 131.492 monedas en dinero chino.
66 sacos cargados hasta los topes de monedas entregó la señora con la ayuda de varios carros. Según explicó, el dinero provenía de las propinas que habían ido dejando los clientes de su restaurante durante los últimos diez años.
No se le ocurrió ir al banco para cambiar el dinero, así que lo entregó tal cual en el concesionario, donde 17 empleados pasaron casi tres días contando y sumando para asegurarse de que la cifra era correcta.
