Son unos cachorros hermosos, sí, pero hay un problema. Son NEGROS. ¿Y qué? ¿Cómo que y qué? No pasaría nada si los dos perros de la dueña, Jacqueline Arguello, no fuesen ambos blancos. Así lo contó la propia dueña: «Cuando vi nacer a su primer cachorro, creía que era divertido que fuera negro. ¡Y el siguiente también era negro, y el siguiente y el siguiente!»
Por lo que Arguello sabía, su caniche era el primer perro con el que su hembra canina Mocca había tenido contacto. Sin embargo, el color de los cachorros lleva a la familia de Arguello a dudar sobre si Mocca se escapó de forma secreta de la casa y tuvo un romántico encuentro con otro perro.

Por supuesto, esto puede tener explicación según la genética. A veces dos perros blancos pueden producir cachorros negros si ambos llevan un gen negro dominante.
