Lexi y Danny estaban preocupados por su exceso de peso. La pareja, enamorada como siempre, deseaba un futuro más saludable y se propuso perder algunos kilos.
Juntos se comprometieron a seguir unas dietas saludables y equilibradas, abandonando su alimentación anterior, muy desordenada y abusando de la comida rápida. Además, a diario entrenan juntos y documentan sus progresos en Instagram.
Antes de decidir cambiar sus vidas, ella rondaba los 230 kilos y él casi pesaba 140, pero ahora parecen dos personas distintas. Los resultados son increíbles y dejan claro que querer es poder, algo que anima a otras personas a seguir su ejemplo.
