La sorpresa y el susto de un pescador de Siberia fueron tremendos cuando encontró una mano humana enterrada en la nieve, pero sólo era el principio.
Ha sucedido en la aldea de Vladimirovka y mantiene en vilo a los habitantes de la zona, que son pocos, pero los hay.
Lo peor es que cuando llegaron las autoridades para estudiar la zona decidieron realizar un rastreo algo mayor y sin demasiada dificultad encontraron una bolsa con otras 53 manos. Es decir, la que había encontrado el pescador era una pieza de los 27 pares de manos completos que alguien había escondido en el lugar.
Algunas de estas extremidades aparecían ya parcialmente descompuestas y sin dedos, aunque el estado general no es malo debido a la conservación en el frío. Tanto es así que incluso se han podido identificar las huellas dactilares de una de ellas y se están estudiando las demás para dar con las personas a quienes pertenecían.
La rumorología no cesa y se habla tanto de asesinados en serie como de tráfico de órganos o incluso rituales satánicos. De momento, la teoría menos truculenta apunta a que se trate de restos hospitalarios procedentes de autopsias o estudios clínicos. Eso sí, el hecho de aparecer escondidas en una bolsa no apunta a nada bueno, según publica The Siberian Times.
