Puede ser que una tienda online se equivoque de talla en una prenda… o de prenda incluso, por ejemplo, pero confundir una cortina de ducha con un análisis de orina es otro nivel.
Eso le ocurrió a un señor de Alabama, que pidió un complemento de baño para su casa, pero cuando le llegó el pedido lo único que coincidía era justamente ser «de baño».
Ante su hijo pequeño, el hombre abrió el paquete y la sorpresa fue mayúscula. El niño no paraba de reírse mientras él sostenía en alto un frasquito de líquido amarillo con algunos datos escritos.
«Era una especie de muestra orina o algo así», explicó el hombre a los medios locales cuando su historia salió a la luz. Según él, el frasco incluía el nombre y la fecha de nacimiento de una mujer. Lo que nos preguntamos es ¿qué demonios hace Amazon con análisis de orina? Es decir, que si en lugar de una cortina le hubiesen enviado un escobilla o cualquier otro artículo normal no habría dudas, pero… ¿en serio un análisis de orina?
Ante la inmediata reclamación del cliente, la empresa pidió disculpas y realizó el envío de la cortina y de su sistema de instalación. Por su parte, el receptor de la orina extraña explicó que se la quedaría unos días por si alguien la reclamase, pero no tardaría en tirarla.
