¡Crac! oyó una señora mientras sentía que algo se tronchaba bajo su pie. Acababa de pisar un caracol y su angustia fue tan grande que lo llevó al veterinario.
La historia ha sucedido en Israel y la clínica ha compartido las imágenes en sus redes sociales para contar un caso tan extraño. Porque no, no es normal que se atienda a caracoles en unos centros especializados en mascotas «normales» como perros, gatos y pájaros.
La caminante rompió por completo el caparazón del caracol y no quiso dejarlo así, era algo superior a sus fuerzas, así que no lo dudó ni un instante y su reacción la ha salvado la vida al pequeño Chevy (así han bautizado al molusco).
Para empezar, los especialistas pegaron los mayores trozos de caparazón con un pegamento plástico especial y luego habilitaron un espacio para el animal, que ahora vive como un rey rodeado de manjares como lechuga fresca, tomates y pepinos. Además, se le suministran aportes adicionales de vitaminas y minerales para que reconstruya de forma correcta su caparazón natural.
