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El político que creyó que un «parche» acabaría con «la esclavitud de la insulina»

30 años hará el próximo febrero que me inyecto insulina hasta cinco y seis veces al día. Sí, soy diabética tipo 1 desde que era niña y, con esfuerzo y mucha cabezonería por mi parte, mi enfermedad no me ha impedido hacer nada de lo que he querido en mi vida. Eso no significa que […]

30 años hará el próximo febrero que me inyecto insulina hasta cinco y seis veces al día. Sí, soy diabética tipo 1 desde que era niña y, con esfuerzo y mucha cabezonería por mi parte, mi enfermedad no me ha impedido hacer nada de lo que he querido en mi vida. Eso no significa que me haya encontrado siempre bien. La DT1 es una patología autoinmune (no soy diabética porque me hartara de bollos o chocolate cuando era pequeña) con muchísimas complicaciones.

Cuando empecé, allá por la Prehistoria, me dijeron que cuando fuera mayor de edad ya habrían inventado una cura y no tendría que pincharme nunca más. Sobrepaso ya los 40, y todo sigue igual. La única novedad es que la tecnología es mejor, pero eso no quita que los vaivenes en los niveles de glucosa desaparezcan ni que haya que tener un exhaustivo control sobre lo que comemos, nos movemos, nos estresamos, nos preocupamos y hasta nos resfriamos.

Por eso me INDIGNA TANTÍSIMO (igual que a muchos diabéticos) que algunos políticos que no tienen la más remota idea de qué es la Diabetes digan barbaridades para conseguir votos. Aberraciones que, a los diabéticos, nos llegan hasta a hacer gracia. Al final, el sentido del humor es lo que nos queda…

Atentos a lo que dice el presidente de Castilla La Mancha. ¡No tiene desperdicio!

 

Es decir, que este señor se piensa que los sensores que miden el nivel de glucosa van a «acabar con la esclavitud de la insulina».

Señor García-Page, el «parche» solo me sirve para saber el nivel de «azúcar» que tengo, evitando la punción en el dedo para un control en sangre (y no siempre, porque fallan bastante) y saber así cuánta insulina me tengo que inyectar. Vaya, que la «esclavitud» sigue y seguirá, por mucho que ustedes los políticos quieran hacer pensar.

Leed los comentarios, si quedan, porque la gente se queja de que se los están borrando. Le está cayendo «la del pulpo».

Por cierto y ya que estoy… Las comunidades presumen últimamente de estar poniendo a disposición de los diabéticos los sensores, pero el Consejo de Gobierno ya aprobó su suministro en noviembre pasado para toda España. En muchas comunidades aún ni los olemos, pero cada vez que se comienzan a «dar», el político de turno se cuelga la medalla.

 

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