Provincia de Cádiz

Récord de fuga de batas blancas en 2019: 44 médicos se van de Cádiz

Las mejores condiciones salariales y laborales en el extranjero seducen a profesionales que encuentran dificultades para trabajar en la provincia

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  • Imagen de la reciente manifestación en Cádiz de Marea Blanca en defensa de la sanidad pública. -

El propio consejero de Salud, Jesús Aguirre (PP), lo admitió. El pasado verano, la Junta no pudo contratar a unos 130 médicos por falta de profesionales. En concreto, solo fue posible incorporar al 2% del total previsto para el refuerzo del servicio en periodo estival. La fuga de batas blancas es uno de los problemas más serios que padece la sanidad andaluza. Aguirre recordó en una comparencia a mediados de agosto que su departamento había puesto en marcha la Operación Llamada para recuperar los facultativos que emigraron. Parece que ahora, por fin, se van a acabar los contratos por días o hasta un máximo de dos meses. Y el Gobierno autonómico insiste en que trabaja para la equiparación salarial con otras comunidades autónomas. Pero aún no hay resultados.

De hecho, en 2019 la situación no solo no mejoró, sino que el ejercicio cerró con un récord tanto en España como en Andalucía de médicos que se van del país. En el conjunto nacional, se registraron 4.100 certificados de idoneidad, condición básica para la salida, frente a los 3.525 de 2018, según los datos hecho públicos por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Lo solicitaron 2.500 galenos, de los cuales, 530 son andaluces. Cádiz, por su parte, es con 58 certificados y 44 profesionales la tercera provincia andaluza que más capital humano pierde. Es cierto que no todos se marchan por cuestiones de trabajo. En el 20% de los casos es para homologar especialidades, en un 10% por cooperación y en el 4% por estudios. Para poder desempeñar la carrera profesional, no obstante, el porcentaje es mayoritario: el 66%.

Formar a un médico en España cuesta entre 200.000 y 250.000 euros, de acuerdo a los datos aportados a nivel nacional por el Sindicato Médico. Pero en Dublín, Javier Pérez gana seis veces más que en Cádiz en su consulta de atención primaria. En Portugal, otro de los destinos más frecuentes, pagan entre el doble y el triple. En su periodo profesional en Andalucía, tuvo problemas para el cobro de la nómina en al menos dos ocasiones y encadenó contrato temporales, hasta de un solo día, y con exclusividad obligatoria.

No sólo es el sueldo”, explica, “también las facilidades para compaginar la actividad pública y privada, el trato del paciente y el número de usuarios que se atienden por turno”. En su última guardia en la provincia, recibió en urgencias ambulatorias a unas 70 personas. El día antes, casi el doble. Otra de las facultativas que lleva desde 2013 en Suecia abandonó Ubrique porque tuvo clases de sueco gratis durante el primer año para facilitar la integración y el Estado ofreció facilidades para que su marido, que no se dedica a la medicina, pudiera conseguir empleo también. Ahora el centro de salud de la localidad serrana precisa de un profesional e incluso oferta una interinidad a largo plazo, pero el SAS no podrá contar con ella para cubrir la vacante. En Suecia vive y trabaja mejor.

En Huelva están hasta peor que en Cádiz”, asegura el portavoz del Sindicato Médico en la provincia, Juan Benjumeda, que apunta que de los 35 personas que acabaron el MIR en 2019, solo se quedó uno. De hecho, el SAS acaba de publicar una convocatoria para la provisión temporal de 48 puestos de medicina de familia y 17 puestos de pediatría para el distrito sanitario Huelva-Costa, lo que significa que la bolsa única no tiene candidatos. “En breve estaremos igual en Cádiz”, vaticina.  

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