La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a un año y medio de cárcel y multas de 360 euros a un toxicómano, de iniciales J.A.R.F. y 36 años, procesado por llevar a la muerte a un hombre y provocar daños cerebrales y discapacidad del 70 por ciento a un joven tras suministrarles metadona en un bar de carretera de Sorvilán (Granada).
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se produce después de que el pasado 6 de mayo la Fiscalía, la defensa y la acusación particular alcanzaran a un acuerdo de conformidad.
Inicialmente, el inculpado se enfrentaba a una condena de seis años de prisión y multa de 75 euros por un delito de tráfico de drogas, en su modalidad de sustancias que causan grave daño para la salud, en relación concursal con un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de lesiones por imprudencia grave.
Sin embargo, el acuerdo, que evitó el juicio previsto, ha propiciado en la sentencia ahora hecha pública una rebaja después de que el fiscal modificase su acusación, pidiendo finalmente una condena de un año y seis meses de cárcel por un delito de tráfico de drogas con atenuante, una falta de homicidio por imprudencia (180 euros de multa) y otra por lesiones (otros 180 euros de multa), además de los 75 euros de multa iniciales por la posesión de la metadona. En lo que respecta a la responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar en 200.000 euros a las familias de las víctimas, 100.000 para cada una de ellas.
Los hechos se remontan a la tarde del 3 de mayo de 2009, cuando, en el bar Las Palmeras, en la carretera N-340, en Sorvilán, el inculpado, que se encontraba en tratamiento farmacológico con metadona, facilitó esta sustancia a varias personas que allí se encontraban.
Llegó incluso a tratar de suministrar una pastilla en la boca del camarero, que se negó a ello, si bien sí que llegó a introducirlas en la boca de varias personas, a las que les ocultó que los comprimidos que estaban consumiendo contenían esa sustancia psicoactiva.
En el lugar o sus inmediaciones, en las horas sucesivas, la sustancia fue consumida en cantidad abusiva por tres de estas personas. La primera de ellas, un hombre que entonces tenía 38 años, falleció el día siguiente, sobre las 6,00 horas, por daños cerebrales, y lesiones en corazón, pulmones, hígado y riñones que derivaron en una muerte súbita de origen cardíaco por reacción adversa a sustancias psicoactivas.
El segundo, un joven que entonces tenía 21 años, sufrió daños cerebrales y fue diagnosticado con trastorno cognitivo y demencia tóxica con un grado de discapacidad del 70 por ciento, que afecta a su autonomía personal y a su capacidad de dirigir su conducta, por lo que requiere ayuda asistencial. El tercero, un ciudadano de nacionalidad rumana, padeció vómitos y cefalea debido a la ingesta de alcohol y metadona, aunque no reclama nada por estos hechos.
Tras la investigación realizada por la Guardia Civil se intervinieron al inculpado cuatro dosis de metadona, y se encontraron otras dos en el interior del coche del joven afectado.