Por fin trajo el verde Mayo / correhuelas y albahacas / a la entrada de la aldea / y al umbral de las ventanas. Así comenzaba Miguel Hernández su romance al mes primaveral que enciende la pasión y que este año nos ha inyectado la esperanza del volver abrazar a nuestros seres queridos sin el miedo de que un virus nos castigue la salud con la crueldad del desafecto. Un mes de mayo que abre una puerta a recapacitar sobre los abusos del pasado y saber que la libertad de hoy mañana puede terminar. La duda ahora aflora sobre si habremos aprendido la lección correctamente o persistiremos en el egoísmo del placer personal sin pensar en nadie más.
La cabra cambia de pelo, / cambia la oveja de lana, / cambia de color el lobo /y de raíces la grama. Pero parece que los dictadores no cambian y no les utilizar a su pueblo y permitir que se jueguen la vida en el mar, únicamente porque España da cobijo a un ser humano, que un día se reveló contra el Reino Aluí por defender a un pueblo oprimido y que sus autoridades, permisivos ante la atrocidad israelí con el pueblo palestino y tutelados por el imperio americano se permiten exponer las vidas de quien no son queridos ni en una tierra ni en otra, mes de mayo de luz con apagones de libertad.
Son otras las intenciones / y son otras las palabras / en la frente y en la lengua / de la juventud temprana. Mentiras que afloran con la luz del sol de mayo, falsedades, traiciones, intereses que se vuelven a superponer a las necesidades de un pueblo golpeado una y otra vez por las torpezas políticas y los personalismos de poderosos, mes de mayo de luz artificial manejada por la mano de los de siempre y lo nuevos de ahora.
Campea Mayo amoroso; / que el amor ronda majadas, / ronda establos y pastores, / ronda puertas, ronda camas, / rondas mozas en el baile / y en aire ronda faldas... Mayo de recuerdos de risas y de bailes, de feria del atún y de trajes de flamenca blanco y puro como el corazón del enamorado que sigue abrazando el vacío lado izquierdo de una cama, sabedor que no volverá a ser ocupado por quien un día iluminó un mes de mayo con una luz noble y pura que noviembre quiso fundir para no volverla a prender.
Adiós mes de mayo, vuelve el próximo año y haz que volvamos a suspirar por el amor, la libertad y la lealtad que, con un giro de volantes, se vuelve a perder para volver a quererlo mayo tras mayo.