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Bomberos, policía local y agentes rurales rescatan a una perra que cayó a un pozo

Bomberos, policía local y agentes rurales se movilizaron el pasado fin de semana para rescatar a una perra que había caído a un pozo en Vilanova del Vallès (Barcelona) y que finalmente pudo ser salvada gracias a la colaboración de la asociación ARIA, especializada en casos difíciles. El animal, que tiene poco más de año […]

Bomberos, policía local y agentes rurales se movilizaron el pasado fin de semana para rescatar a una perra que había caído a un pozo en Vilanova del Vallès (Barcelona) y que finalmente pudo ser salvada gracias a la colaboración de la asociación ARIA, especializada en casos difíciles.

El animal, que tiene poco más de año y medio y llevaba al menos cuatro días en el interior del pozo, se encuentra ya a salvo en la protectora Help Guau de Argentona (Barcelona), donde tras pasar los pertinentes reconocimientos veterinarios estará listo para su adopción.

Fue una vecina de Vilanova del Vallès la que hace unos días dio la voz de alarma a los equipos de emergencia de que había una perra en el interior de un pozo situado junto a una carretera.

Hasta allí se desplazaron efectivos de los Bomberos, de la policía local y de los agentes rurales, pero nadie logró ver al can, que seguía llorando por las noches.

El caso se puso en conocimiento de los responsables de la asociación de rescate animal ARIA, que se trasladaron hasta Vilanova y lograron grabar al animal, que permanecía agazapado en el fondo del pozo, de unos dos metros y medio de profundidad y que no tenía salida.

Dada la estrechez del agujero, que impedía bajar y maniobrar, el fundador de ARIA, Albert Beigbeder, decidió echar una red hasta el fondo del pozo, instalar un sensor de movimiento y colgar un pollo asado de la pared, de manera que la perra tuviera que ponerse a dos patas para cogerlo.

Tras cerca de doce horas de espera, la madrugada del domingo al lunes, a las 4 de la mañana, la perra mordió el pollo y Beigbeder tiró de la red hacia la superficie, con el can en su interior.

La perra, bautizada como Dina, pudo ser rescatada el penúltimo día del año.

Milagrosamente, explica a EFE Beigbeder, Dina no tenía ni una sola fractura, sólo un buen chichón y mucho frío, ya que cuando se llevó a cabo el rescate el termómetro marcaba tres grados bajo cero.

En plena polémica por la muerte de la perra Sota en Barcelona por el disparo de un guardia urbano, este voluntario animalista quiere poner de relieve la colaboración que han prestado en este caso los bomberos, la policía local y los agentes rurales movilizados.

«Cuando lo hacen bien también lo tenemos que decir», señala Beigbeder, que recuerda que durante las cerca de doce horas que duró este rescate se mantuvo cortada al tráfico la carretera en la que estaba el pozo por razones de seguridad y que los bomberos llegaron a plantear incluso la posibilidad de levantar la calzada para poder acceder al animal.

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