En Alemania ha surgido la polémica en torno a un restaurante que, harto de los problemas que suelen dar los niños, ha prohibido la entrada de menores a la hora de la cena.
Los menores de catorce años tienen vetada la entrada para que los adultos puedan cenar tranquilos. Cierto es que dicha edad es algo elevada, pero también que muchos padres se desentienden de sus niños cuando están en algún restaurante o bar, algo que causa molestias a los demás clientes.
Por un lado, hay quien opina muy bien de la medida y espera que otros locales copien la idea. Frente a ellos, los padres que sí se ocupan de sus hijos cuando están en algún local de este tipo y no quieren pagar los platos rotos por la mala educación de los demás.
El caso es que el local, llamado ‘La cocina de la abuela’ se ha convertido en un sitio «enemigo» de los niños. Al menos, publicidad sí que ha ganado, sea para bien… o para mal.
