Se creía más lista que nadie, pero la cazaron. Una ladrona no pudo ocultar cuatro de los relojes Rolex de los cinco que había robado en una discoteca de Miami Beach.
La joven pasó un rato con un empresario en el local de ocio y terminaron en el hotel del hombre. Una vez allí, cuando él salió del baño se percató de que le faltaba una bolsa cargada de relojes de alta gama.
Enfadado, dio la voz de alarma y la seguridad del hotel comenzó la búsqueda, pero mientras pedía un taxi para la chica notó «algo raro» en su bolso. Tras un forcejeo, la ladrona escapó, pero al ser alcanzada por la policía fue registrada y, efectivamente, llevaba uno de los relojes robados en el bolso.
¿Dónde estaban los otros cuatro? No aparecían, pero la chica no tenía cómplices ni había estado en contacto con otras personas en ningún momento. Era un misterio el paradero de los cuatro relojes que faltaban… hasta que agentes femeninas procedieron a realizar una exploración más a fondo… mucho más a fondo.
