Pescadería Gavilán cierra el negocio por jubilación. Francisco, su propietario, nos cuenta como ha sido el trabajo durante estos años.
Francisco Gavilán y su mujer, Isabel Hinojosa, llevan treinta y seis años al frente de la Pescadería Gavilán en Ronda. El pasado junio llegó la hora de jubilarse y el matrimonio echó el cierre al negocio. En esta entrevista Francisco nos cuenta lo que ha supuesto para ellos poner fin a tantos años suministrando pescado a casi toda Ronda.
¿Ha sido duro cerrar después de tantos años?
—La verdad que sí, ha sido muy duro, porque han sido muchos años regentando este negocio.
¿Qué os dijeron los clientes cuando anunciasteis el cierre?
—Algunos hasta se han ido llorando. Ellos van a echar mucho de menos esto. Nos han felicitado por haber llegado al tope, pero la verdad que lo han sentido bastante.
Treinta y seis años vendiendo pescado a toda Ronda, ¿entre sus clientes más habituales?
—Los de los bares, tengo algunos que llevan conmigo el mismo tiempo que llevo yo con la pescadería abierta, 36 años.
Como por ejemplo...
—Por ejemplo Sociedad de Cazadores El Tajo.
¿A qué hora se levantaba para comenzar con la jornada?
—Yo salía de aquí de Ronda a las diez y media de la noche y no regresaba hasta las siete o siete y cuarto de la mañana siguiente.
¿Se hace raro el no tener que madrugar ahora?
—Ahora sigo yendo para ayudarle a otro chaval, al yerno de Rafael Rosado, porque algunos de los bares que yo llevaba los ha cogido él y para que tenga una idea de qué es lo que demandan.
Algo que decir a vuestros clientes después de tanto tiempo…
—Pues que los echo mucho de menos, que estoy orgulloso de haber tenido la clientela que he tenido, porque para mí es la mejor que hay en Ronda, una clientela muy buena y muy educada.