Rota

La familia del corralero denuncia los "continuos retrasos burocráticos" para la repatriación del cuerpo

El portavoz de la familia denuncia la "falta de celeridad y de consideración con las dos familias" cuando se cumple un mes desde su desaparición y diecisiete días desde que se encontró el cuerpo en Asilah

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  • A la espera de la repatriación -

Un interminable calvario es lo que está viviendo la familia del corralero roteño que desaparecía el pasado 6 de enero para aparecer dos semanas después en una playa de Asilah, en Marruecos, para conseguir que se repatríe su cuerpo y poder darle de este modo descanso eterno.

La burocracia necesaria en estos casos se está dilatando de forma insorportable, según ha confirmado el portavoz de la familia, Miguel Moreno, a Viva Rota, asegurando que "no se está teniendo consideración con dos familias que llevan sufriendo un mes y que solo quieren que esto termine para poder incinerar a nuestro familiar".

José Carmona, de 49 años, desaparecía la mañana de Reyes cuando acudía, como era normal en él, a los corrales de Rota a estrenar un nuevo traje de agua. A las cuatro de la tarde su esposa, extrañada de que no hubiera vuelto a casa, decidió interponer una denuncia, y se sucedieron varios días de búsqueda intensa con un amplio dispositivo que no dio frutos. Días después, tras el paso de un temporal, aparecía su cesto de mariscar en la Ballena, y dieciséis días después de su desaparición, su cuerpo se hallaba en una playa marroquí, portando un carnet identificativo que dio la principal pista para su identificación.

Desde entonces el proceso ha sido largo y cansado. Miguel Moreno relata cómo a pesar de que en todo momento han contado con la colaboración y apoyo de la alcaldesa de Rota, Eva Corrales, y del Subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, las cosas no se han acelerado. Primero se les recomendó no viajar al país vecino para realizar una identificación directa del cuerpo. Luego se les solicitó una prueba de ADN tomando una muestra de la madre del fallecido, para lo cual se les pidió desplazarse a Chiclana "porque tenían mucho trabajo", explica Miguel Moreno. Luego, y a pesar de haberla descartado en un primer momento, piden la prueba de ADN del hermano de José, prueba cuyos resultados han tardado nueve días en tenerse, "un tiempo que vemos excesivo, porque sabemos de buena fuente que si hay interés, pueden tenerse los resultados hasta en el mismo día. Es una falta de consideración para con las dos familias, que estamos sufriendo y solo queremos que ésto se resuelva ya", reclama el portavoz de la familia.

Tras nueve días de espera se les ha comunicado que al fin la prueba de ADN solicitada se ha enviado desde criminología en Madrid al gobierno marroquí, "y ahora sí que depende de ellos". Pero todo el proceso que se ha dilatado hasta ahora es para los familiares de José "una tomadura de pelo, porque en casos como éste deberían ser más considerados". Por este motivo han acudido a los medios, para tratar de presionar y dar celeridad a estos trámites, pero dejando muy claro que "nosotros no queremos nada, solo queremos traerlo para poder incinerarlo, dejar de estar al tanto del teléfono, sin dormir, porque esto es un drama".

Ahora la familia espera que cuando antes se autorice el traslado, para que el seguro pueda realizar las gestiones oportunas y devolver a José a su familia. La esperanza es que eso se produzca la próxima semana.

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