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Un sacerdote instagramer invita a «comer como un cura»

EFE- El sacerdote zamorano Florentino Pérez cuenta ya con más seguidores en las redes sociales que fieles en muchas de las misas que oficia y aumenta su audiencia con directos que retransmite por Instagram, en los que cena con una persona de interés social para que sepa lo que es ‘comer como un cura’. A […]

EFE- El sacerdote zamorano Florentino Pérez cuenta ya con más seguidores en las redes sociales que fieles en muchas de las misas que oficia y aumenta su audiencia con directos que retransmite por Instagram, en los que cena con una persona de interés social para que sepa lo que es ‘comer como un cura’.

A modo del programa de televisión «Mi casa es la tuya», pero en directo y con sólo unos focos y la cámara de su teléfono móvil como medios técnicos, Florentino Pérez, conocido como «Ancalcura» en su nueva faceta en las redes sociales, comparte cada jueves mantel con otro comensal y de forma virtual con sus seguidores de Instagram.

«Quería mostrar una imagen de normalidad de un cura, visualizar que mi casa está abierta a todos y que hay una apertura al mundo que nos rodea para escuchar y dialogar», ha asegurado Florentino Pérez.


Además, con ese formato conjugaba dos de sus aficiones: la cocina y la charla de sobremesa en torno a un buen plato.

La idea surgió con el inicio del curso escolar y ponerla en marcha no ha sido fácil, ya que ha tenido que batallar con la mala conexión a Internet en Sayago, la zona rural de Zamora rayana con Portugal en la que ejerce de arcipreste.

En su casa, con la cámara del móvil como testigo indiscreto, ha compartido mesa y reflexiones con gente de Sayago y del resto de la provincia de Zamora a la que consideraba importante dar voz, desde una maestra o una periodista a un empresario y vicepresidente de Cruz Roja en Zamora.

Entre los próximos invitados a sus cenas de ‘gran hermano’ le gustaría tener a creadores zamoranos como el escultor Ricardo Flecha, el escritor Juan Manuel de Prada o el compositor David Rivas o a sus compañeros del grupo de teatro aficionado La Tijera.

Desearía incluso abrir las puertas de su casa a cargos públicos de distinto espectro político como el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo (Cs) o el alcalde de Zamora, Francisco Guarido (IU).

Al respecto, este párroco ‘influencer’ ha aclarado que sus cenas retransmitidas no son para hablar de religión sino para conocer a personas de muy distintos ámbitos, lo que constituye una manera «de decir lo que Dios es, que acoge y sale al encuentro sin excluir a nadie».

También lo ha visto como una forma de que, «con mucha creatividad», la Iglesia escuche al mundo y dialogue con él.

El nombre de «Ancalcura» alude a una expresión popular muy arraigada en algunos pueblos utilizada como síncopa de «a casa del cura».

Florentino Pérez apenas ha publicitado su cuenta de Instagram porque prefiere que su popularidad surja de forma espontánea a medida que la gente la descubre y por eso ni siquiera la ha vinculado a su perfil personal de Facebook, en el que tiene más de 3.800 amigos.

En cambio, en «Ancalcura» apenas suma hasta este fin de semana una décima parte de seguidores, que aún así son más que los feligreses que acuden a sus misas a diario y abarca la franja de edad a la que más difícil le resulta llegar como párroco rural: la de personas de entre 25 y 44 años.

Florentino Pérez, que invita a otros sacerdotes a perder el miedo a las redes sociales y los medios de comunicación, dispone también de una columna de opinión en la publicación quincenal diocesana en la que reflexiona sobre un tema abordado con los invitados a sus cenas de Instagram. 

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