Santiago Muñoz fue el maestro de ceremonia desde el atril del auditorio del Centro de Congresos lleno, con caras infantiles y con voces infantiles porque fue un pequeño coro del Colegio Quintanilla el que abrió la caja de la emociones con una versión coral del Himno de Europa arropado por varios profesores.
Luego fue el increíble sentido del humor y las dotes interpretativas de la maestra “que todos los padres -y madres- quisieran tener como maestra de sus hijos”, Koki Sánchez quien desgranó con la ayuda de su madre -parodia telefónica de humor blanco- todo el libro hasta casi no dejar nada para el autor que intervendría después. Puro spolier. O en castellano, “el asesino es el mayordomo”.
Y también la intervención del cantautor Antonio Aparicio, que luego cerró el acto con esa canción de Antonio Flores,
Sólo le pido a Dios, coreado el estribillo por el público. Porque no faltó nada en esa presentación del libro Pequeños grandes héroes de la historia, con el que Fran Cid homenajea a los niños en general porque todos ellos llevan dentro un pequeño héroe.
La pandemia y el confinamiento los descubrió a todos dando ejemplo. Y qué ejemplo. Como para pedir para ello el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, que la madre de Koki Sánchez ya dio por hecho que ocurrirá en 2022, porque “yo lo veo, lo veo...” Y si la madre de Koki Sánchez lo ve...
Fran Cid agradeció la asistencia de tantas personas al acto en una tarde para sentarse en la mesa camilla y también por el detalle de aportar cada uno de los asistentes su grano de arena a la Asociación de Reyes Magos de San Fernando. Porque a la entrada cada uno depositaba un juguete nuevo para la campaña
Ningún niño sin juguetes.
Cid explicó que la actuación del coro del colegio Quintanilla tuvo una connotación simbólica.
“Ese grupo de niños fue el mismo que la pandemia me arrebató. El grupo que no pudimos darnos un abrazo de hasta luego, una despedida de esas que a mí me gusta, donde el abrazo, como diría el gran Antonio Rojas, precisa de almohada grande”.
Y luego de muchos más agradecimientos presentó
Pequeños grandes héroes de la historia. Un libro que surgió de la necesidad de alabar a quién todo merecen, a aquellos que mi respeto se queda corto… Los niños.
“Un libro para niños escrito por un adulto con corazón de niño, donde el lector encontrará en sus páginas, 15 maravillosas historias de niños y niñas que cambiaron el mundo con su valentía o inocencia”.
Niños como Samanta Smith que logró parar una guerra con la inocencia de su prosa o el pequeño wiliam kamkuamba que logró dar energía a toda su aldea con un simple molino de viento.
Ilustrado por Jesús López, uno de los mejores ilustradores del país galardonado internacionalmente, Pequeños grandes héroes de la historia “es un canto a la vida, un espejo donde nuestros niños deben mirarse para aprender que todo es posible con esfuerzo y que nadie se debe doblegar ante las injusticias, por muy maquilladas que estén”.
El libro fue fruto del confinamiento donde la libertad se vio privada bajo el auspicio de cuatro paredes. Niños que fueron tildados de supercontagiadores, niños que le robaron su infancia, que les cerraron sus parque…Niños que perdieron a sus abuelos , a sus amigos…
“Este libro es un homenaje a todos ellos y debería estar en todos los hogares, bibliotecas, aulas del mundo porque es el mayor ejemplo de lo que el adulto puede aprender de estos locos bajitos”.
La delegada de Educación, María José Foncubierta cerró el acto como política y como docente. Buen cierre.