Las vallas vuelven a hacer acto de presencia en la isleña calle Real para dejarla expedita con motivo de las próximas pruebas del tranvía.
Era una imagen casi olvidada pero estos días, como si saliesen de debajo del suelo de manera automática, han vuelto a aparecer en diversos puntos del centro de la calle Real. En efecto, se trata de las vallas amarillas de obra que desde el año 2008 se han convertido en un paisaje habitual con el convivían isleños y turistas con motivo de las que parecen interminables obras del tranvía. Sin embargo, tras la última reparación en la que se pareció dar con la tecla y el suelo dejó de levantarse por los defectos que hubo en las obras del principio, hacía meses que dicha imagen había desaparecido de la arteria principal de La Isla.
Esta semana, como es sabido la primera unidad del tren tranvía ha llegado a las cocheras de Chiclana en Pelagatos al objeto de ser ensamblado y llevar a cabo una segunda fase de pruebas a partir del mes de septiembre. Por ello, todo parece indicar que la aparición de las vallas obedecen a la reparación de los pequeños desperfectos, nímios, que han ido apareciendo en el firme, sobre todo algunas de la losas rotas.