“Lamentablemente, aún continua Renfe sin prestar Servicio en los Trenes de Cercanías a las personas que usan como yo, silla de ruedas.
Dependemos de personas humanas para que podamos acceder o bajar del mismo, cuando yo necesito desplazarme a Cádiz o Jerez de la Frontera para citas médicas, ingresos, diario, hacienda, revisiones, visitas personales, ocio, en fin etc.etc.etc..
Si en esos momentos que llega el tren, no hubiese nadie en el andén o no entienda o no quiera (ayudarme) yo me tengo que fastidiar hasta el próximo.
Gracias muchas gracias a esas personas que me ayudan a poder viajar no por gusto, precisamente.
Es de vergüenza. Sí, si, de vergüenza”.
Miguel Redondo Rosillo, Miguelón, sigue con el mismo problema parra poder subir a los trenes de Cercanías que Renfe considera que están suficientemente adaptados para personas en sillas de ruedas, lo que no es del todo cierto. Puede que lo estén para personas en sillas de ruedas con más movilidad que Miguelón pero como Miguel Redondo Rosillo no puede subir a los trenes si no es con la ayuda de alqún pasajero que lo ayude y ni siquiera puede abrir la puerta del servicio del tren de Cercanías.
Renfe mantiene que el servicio sólo se preste en Media Distancia y Largo Recorrido dejando en la estacada a personas como Miguel Redondo, posiblemente porque faltan muchos Miguelón para que la empresa lo considere un problema que afecte a su cuenta de resultados. Su imagen, sin embargo, ya es otra cosa.