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Se alquila colchón hinchable por 1.200 euros al lado del Metropolitano

EFE- «Se alquila salón con colchón hinchable por 1.200 euros a 10 minutos andando del Wanda Metropolitano». Esa es una de las ofertas que aparecieron en la red para alojar a cualquier hincha del Liverpool o del Tottenham. Desapareció. Muchos hinchas están dispuestos a pagar cualquier cifra para ver la final de la Champions. Y […]

EFE- «Se alquila salón con colchón hinchable por 1.200 euros a 10 minutos andando del Wanda Metropolitano». Esa es una de las ofertas que aparecieron en la red para alojar a cualquier hincha del Liverpool o del Tottenham. Desapareció. Muchos hinchas están dispuestos a pagar cualquier cifra para ver la final de la Champions. Y es que, la locura ha llegado a una ciudad con gente ansiosa por pegar el pelotazo.

El anuncio del colchón hinchable, publicado en una web de alojamientos, es uno de los más llamativos de una cantidad de personas que intentan hacer un negocio «express» fácil y rápido con un partido que dejará mucho dinero en las arcas de Madrid el próximo fin de semana.

La propia alcaldesa, Manuela Carmena, y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, dieron hace diez días cifras económicas contundentes en su análisis de un partido que atraerá, según sus estimaciones, a 100.000 turistas que dejarán cerca de 50 millones de euros en la capital de España.

PARTICULARES Y VECINOS, A POR EL PELOTAZO

Ese impacto, sobre todo, se dejará notar en la hostelería y en la restauración, pero también en particulares que han visto el dinero fácil y en buena cantidad como un objetivo vital para el próximo fin de semana.

El anuncio del colchón hinchable es sólo un ejemplo, tal vez el más llamativo, de la variedad de ofertas que han salido de la nada como setas en el barrio de San Blas, el más cercano al estadio Wanda Metropolitano.

«Se alquila plaza de garaje el 1 de junio. 295 euros»; «alquilo cama de matrimonio final Champions. Imprescindible seriedad y saber estar. 700 euros»; alquiler piso en Palomeras Bajas Madrid, 110 metros cuadrados. 1.250 euros».

La «fiebre del oro» se ha instalado en los aledaños del Wanda Metropolitano y muchos no quieren dejar escapar su tesoro. El precio de un mes, puede valer para un día. Y compradores no faltan. Muchos aficionados ingleses se dejarían parte de sus ahorros por ver en directo a su equipo levantar «La Orejona».

HOTELES Y PLATAFORMAS TAMBIÉN SE APUNTAN A LA FIEBRE DEL ORO

Pero fuera del barrio, los hoteles también conseguirán un plus adicional gracias a la final. La habitación más cara que se puede encontrar en «Booking», a falta de menos de una semana para el partido es de 5.500 euros en el hotel Wellington de Madrid, ubicado en el barrio de Salamanca.

El Gran Meliá Fénix ofrece una habitación con capacidad para 4 adultos por 5.392 euros con desayuno incluido. La misma oferta en el mismo hotel para pasar la noche del sábado 29 de junio al domingo 30, casi un mes después y también un sábado, asciende a 972 euros. Una subida de más del 500 por ciento.

Una llamada de EFE al hotel no sirve para aclarar las razones de esa subida estelar. Pero antes, desde la central que deriva al teléfono del Gran Meliá Fénix, reconocen que ese incremento es por la final que disputarán el Tottenham y el Liverpool.

También en la conocida firma Airbnb, aparecen de repente nuevos alojamientos cerca del Wanda Metropolitano. «Nuevo. Habitación privada, 1 cama. 92 euros/noche»; «Habitación privada para 2 personas final Champions. 127 euros/noche».

Son las ofertas de última hora de vecinos que han visto la opción de hacer negocio justo antes del encuentro. Tal vez, esos apartamentos desaparezcan de la plataforma después de la final, pero, mientras, muchos intentarán conseguir algo de dinero con un partido de fútbol.

LA ERÓTICA DEL FÚTBOL

No todo son hoteles, plataformas o particulares. Hay más ofertas aparte de una recepción, una simple cama o un colchón hinchable. En webs como «Milanuncios.com» aparece un anuncio que ofrece mucho más que fútbol: diversión sólo para atrevidos, como propaga. Y por 9.500 euros.

«Se alquila local/habitaciones a 20 minutos en coche del estadio Wanda Metropolitano para la final de la Champions. Capacidad para 10 personas en 5 estancias temáticas, equipado para una celebración por todo lo alto. Habitaciones con juguetes eróticos y mobiliario. El pack incluye barra libre de bebidas para el fin de semana entero. ¿Cómo celebraréis la victoria de vuestro equipo? Aquí la celebración está garantizada. ¿Os atrevéis?».

A la oferta le acompañan nueve fotos del alojamiento. Camas amplias, luces rojas y moradas, potros, esposas, aceites, juguetes eróticos, botellas de ron, champán y whisky, látigos y un mapa con la zona de Madrid en la que está ubicado: Tetuán, no lejos del otro templo del fútbol, el estadio Santiago Bernabéu.

Al final, todo gira en una reventa en torno a un colchón. La reventa clásica, la de las entradas, que también existe para la final, ahora también está enfocada a posar una espalda sobre un lecho que de descanso a un aficionado necesitado de goles.


A DAY IN THE LIFE

Probablemente, algunos aficionados del Liverpool, cuando pase el partido y después de pagar una gran cantidad insultante por dormir en un colchón, recordará una estrofa de «A Day in the Life», tal vez la mejor canción jamás escrita por The Beatles.

«Woke up, fell out of bed dragged a comb across my head. Found my way downstairs and drank a cup. And looking up I noticed I was late».

Ese hincha del Liverpool volverá al pasado, al día 1 de junio levantándose de su cama alquilada a precio de oro y arrastrando un peine por su cabeza para encontrar el camino para beberse una taza de té (o una cerveza).

Se verá a sí mismo mirando hacia arriba pensativo y dándose cuenta de que llegaba tarde al partido. Entonces, rememorará como salió corriendo enfundado en su camiseta roja hacia el estado Wanda Metropolitano.

Si cuando evoque todo eso su equipo es el que se ha llevado la victoria, todo lo que habrá pagado, será una anécdota. Si el resultado es una derrota, la revolución de los colchones habrá dejado un agujero en su bolsillo que no tendrá consuelo alguno.

Ni siquiera escuchar «A Day in the Life», una poción mágica para hacer un efecto llamada a la melancolía a través de poco más de cinco minutos gloriosos que encumbraron a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.

Y a George Martín, no lo olviden, productor de los «Fab Four» que durante la grabación del «White Album» no soportó la visión de Yoko Ono en el estudio tumbada en un colchón porque no podía separarse de su amado John. Incluso se dio el lujo de opinar sobre un par de canciones. Ahora, 52 años después, un colchón es oro. Vale cualquiera y donde sea. No hay filtros. Ni precios.

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