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Patio de monipodio

La pela es la pela

700.000 parece el número mágico. El número de habitantes del que Sevilla se aleja pese a haberlo superado una vez en su vida: cuando fue alcalde Alejandro...

Publicado: 24/01/2025 ·
09:07
· Actualizado: 24/01/2025 · 09:08
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  • Catedral de Sevilla. -
Autor

Rafael Sanmartín

Rafael Sanmartín es periodista y escritor. Estudios de periodismo, filosofía, historia y márketing. Trabajos en prensa, radio y TV

Patio de monipodio

Con su amplia experiencia como periodista, escritor y conferenciante, el autor expone sus puntos de vista de la actualidad

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700.000 parece el número mágico. El número de habitantes del que Sevilla se aleja pese a haberlo superado una vez en su vida: cuando fue alcalde Alejandro Rojas Marcos. Solamente una vez y se la llevó ¿el viento? La especulación. Pero como el primer especulador es el propio gobierno municipal ¿Quién va a frenar la privada, esa plaga que ha convertido un derecho constitucional en el negocio del siglo? Las ciudades crecen, en unas el crecimiento es vegetativo, en las primeras en crecimiento por inestimable gestión de sus respectivos ayuntamientos, la mayoría por preferencia, por mayor atención puesto en esa ciudad por el gobierno o la Junta, aún a costa del abandono de otros.

Por ejemplo: cuando la empresa General Motor Company pidió por segunda vez instalar una fábrica en el Estado español, volvió a pedir la ciudad de Sevilla. Pero el ínclito presidente Felipe González, sería para evitar pensamientos de supuesta preferencia, puso como condición su ubicación en Zaragoza. Eso le supuso crecer un 14% desde los 601.674 de 1999 hasta los 681.430 del último censo. En el mismo periodo Málaga ha ganado 50.000 habitantes, Madrid 500.000 y Sevilla ¡sorpresa! ha perdido 13.323 (17.723 desde 1992). Y a pesar de todo mantiene déficit de viviendas. Déficit que al Ayuntamiento no preocupa según se desprende de los precios de Emvisesa, porque las empresas públicas no deberían tener beneficio, pero en vez de buscar solución al problema para cumplir la Constitución, mantiene precios tan especulativos como los privados, y engaña con el carísimo y nada práctico “coliving”, inhábil artificio para enmascarar el vivir en quince m2 y pagar aparte el baño, la cocina y el lavado de la ropa.

Ahora, cuando Stelantis decide montar una fábrica de baterías le sale más barato aprovechar la factoría de Opel, con lo que sumará otros tres mil puestos de trabajo, que nadie, absolutamente nadie se ha preocupado por intentar traer a nuestra ciudad. Al menos intentarlo. Es que para mantener al menos un crecimiento vegetativo se necesitan viviendas y trabajo. Pero ni Sanz ni los anteriores, desde Soledad, deben haberse enterado. ¿Será que no leen? Pues al colegio habrán ido, se supone. ¿O será para no reclamar a sus jefes? Por si acaso.

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