La Audiencia de Sevilla ha celebrado este martes la segunda sesión del juicio con jurado popular promovido contra el varón de 31 años acusado del asesinato en noviembre de 2020 de una mujer con un 80 por ciento de discapacidad reconocida, tras exigirle presuntamente que le pagara más dinero por la habitación que le tenía alquilada en su vivienda del barrio de Torreblanca. Durante esta sesión, las dos forenses encargadas de la autopsia del cadáver de la víctima han señalado la detección de "43 contusiones" fruto de "golpes, patadas" e impactos con algún "objeto", entre otros aspectos.
Durante su comparecencia en calidad de peritos, estas dos forenses han explicado que el cadáver de la víctima, llamada Trinidad, que usaba bastones para andar y había iniciado trámites para que se le reconociera como dependiente al contar con una discapacidad visual del 80%; presentaba "hasta 43 lesiones" derivadas de "golpes, patadas", impactos con algún tipo de "objeto" y de "varias maneras", así como marcas de que su cuello había sido agarrado; lo que según han razonado "da una idea" de la envergadura de la "agresión".
Al punto, recordemos que a la hora de comparecer ante el jurado popular y el tribunal, Manuel P.A., acusado del crimen, admitía que dio "una paliza" a la víctima, ante la cual ella se defendió "con manotazos y prorrazos"; asegurando que él estaba bajo los efectos del alcohol y de "pastillas" y que no era su "intención llegar a ese extremo".
En ese sentido, las forenses encargadas de la autopsia han explicado que el cadáver presentaba aspectos por los cuales es posible deducir que la víctima se defendió de la agresión, constatando la "diferencia de capacidades físicas" entre Trinidad, que además de las circunstancias ya descritas sufría "una discapacidad en una pierna" y tenía "aminorada su conciencia" por el consumo de ansiolíticos; y el encartado por los hechos, "más joven y ágil" que ella.
Muchas lesiones "importantes"
"Ella no podía moverse bien. Tenía menor capacidad de defensa", han recalcado, agregando que la causa de la muerte de la víctima fue un traumatismo craneoencefálico, si bien otras lesiones detectadas también fueron "importantes", pues por ejemplo la mujer habría sufrido una rotura del bazo con la consiguiente "hemorragia abdominal", lo que también podría haberle causado la muerte; así como una lesión de riñón, "asfixia mecánica" y fractura nasal.
En cualquier caso, la autopsia habría revelado que "todo el conjunto de la agresión se produjo en un intervalo de tiempo único y muy corto", según las forenses.
A su entender, la víctima intentaba defenderse de la agresión hasta quedar "conmocionada e inconsciente" por el traumatismo craneoencefálico, siendo acometidos después las diversas lesiones detectadas en el tórax.
Igualmente, ha comparecido la jefa del Grupo de Homicidios, mostrando fotografías que reflejan que el acusado usó la tarjeta bancaria de la víctima para extraer dinero y exponiendo la hipótesis de que otros dos de los inquilinos del encartado estuviesen implicados en los hechos, como artífices de una trama destinada a aprovechar las prestaciones que cobraba la fallecida. Es más, estas dos personas, quienes han comparecido como testigos en el juicio, habrían sido detenidas en su momento por su supuesto papel.
Al respecto, la agente ha manifestado que el acusado habría mandado un mensaje a Eloy, pareja de la otra persona y también testigo en el juicio, con el aviso de que "esto no es un cachondeo. Es un homicidio", en un momento en el que ya habrían acontecido los hechos.
Peticiones de condena
La Fiscalía, recordémoslo, pide para el acusado 20 años de prisión por un delito de asesinato; tres años más de cárcel por dos delitos de amenazas; una multa de 1.200 euros por dos delitos leves de lesiones, 300 euros por un delito leve de estafa y una indemnización de 180.000 euros a los hijos de la víctima; mientras la acusación particular ejercida por la familia de la víctima reclama para él prisión permanente revisable, entre otras penas.
Según la Fiscalía, la víctima había acudido el 21 de noviembre de 2020 al barrio de Torreblanca junto a otras cuatro personas para buscar un sitio donde dormir, ya que hasta ese momento dormían en la calle.
El acusado les habría acogido en su hogar a cambio de 100 euros por cabeza en concepto de alquiler de las habitaciones, pero la noche del 24 de noviembre de 2020, el investigado "empezó a ponerse violento exigiéndoles más dinero"; tras lo cual todo habría acontecido a partir de las 7,00 horas del día 25 de noviembre, cuando el encausado habría golpeado a uno de los inquilinos con un tubo de aluminio en demanda de más dinero, amenazando con un cuchillo a otra de las inquilinas cuando esta le recriminó su comportamiento y con un bate de béisbol a otra de estas personas.
Huida de la vivienda
Según la Fiscalía, el encartado habría pegado con una cuerda a dos de los inquilinos, huyendo todos ellos de la vivienda salvo la víctima, a la que el encartado habría golpeado "de manera reiterada" haciendo uso de objetos contundentes y con patadas y puñetazos, "lo que aumentó de manera innecesaria el sufrimiento" de la mujer.
La víctima, según el escrito de acusación de la Fiscalía, habría sufrido estrangulación, traumatismo torácico, abdominal y lumbar, así como un traumatismo craneoencefálico severo que le ocasionó la muerte; tras lo cual el acusado se habría apoderado de su tarjeta bancaria, realizando una compra por valor de 69 euros.