El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, se ha mostrado partidario este martes de "reorientar las prioridades presupuestarias" y no "repetir miméticamente" los presupuestos de un año para otro con el fin de combatir el cambio climático, al tiempo que ha reconocido que las ciudades "somos las grandes protagonistas" de los retos y oportunidades que ofrece la transición energética, especialmente, para el sector empresarial. En estos momentos, el equipo de gobierno municipal está inmerso en la negociación de los presupuestos de 2023 para Sevilla.
Así lo ha manifestado el primer edil socialista durante su intervención en Sevilla en el Foro Vocento 'Next Spain: la España que queremos', que se desarrolla bajo el lema 'Sevilla en verde', donde ha destacado el hecho de que estos debates se realicen en la capital hispalense, donde se están acometiendo, a juicio de Muñoz, proyectos de una "envergadura mayúscula". En este sentido, ha hecho alusión a las obras en marcha en estos momentos del colector emisario Puerto, con una inversión que ronda los 240 millones de euros.
Este proyecto se enmarca dentro del Plan Director de la Cuenca Sur y supondrá una transformación de la estrategia de la ciudad para evitar inundaciones ante precipitaciones intensas y en la gestión de las aguas residuales, garantizando la protección del Guadaíra, el estuario del Guadalquivir y el entorno de Doñana. Se trata de una infraestructura "necesaria" englobada en una inversión en la que participan Emasesa, la Junta, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y que tiene fondos europeos.
Igualmente, el alcalde ha recordado los 21 millones de euros que se destinarán durante los dos próximos años a un proyecto de eficiencia energética que contará con financiación europea. La ciudad cuenta con 74.715 puntos de iluminación. En estos momentos, solo el 15% se corresponde con luminarias tipo leds. La planificación es invertir es renovar en una primera fase hasta 14.563 de estos puntos, lo que supone la renovación del 30% del total en el plazo de un año. En una segunda fase se alcanzará la mitad del alumbrado total. Esta planificación supone un ahorro energético y reducción de emisiones de dióxido de carbono que se sitúa en torno al 60% con respecto a los datos actuales.
