La Policía Nacional ha detenido a 84 radicales del Betis y de Osasuna en el marco de la bautizada como operación Kluba, que se ha convertido en una de las mayores operaciones policiales contra los grupos ultras vinculados al fútbol junto a la del conocido como caso Jimmy.
Todos ellos forman parte de Indar Gorri, ligados al conjunto navarro y de corte ultraizquierdista, y de Supporters Gol Sur y United Family, dos facciones de los radicales del equipo andaluz y de ideología de extrema derecha.
Según ha informado la Dirección General de la Policía, la pelea se enmarca en una "enemistad manifiesta" entre los grupos radicales que ya había quedado acreditada en el pasado y que está movida por su "antagónica ideología".
De los arrestos, 60 se han producido en Pamplona, 23 en Sevilla y una en Madrid. Se les imputan delitos de desórdenes públicos, riña tumultuaria, grupo criminal y lesiones, todos ellos con el agravante de actuar con una motivación de odio.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 7 de Sevilla, continúa abierta y no se descarta que puedan producirse más arrestos.
Una de las mayores operaciones contra la violencia en el fútbol
Llevada a cabo entre la madrugada del jueves y este viernes, se trata de una de las mayores operaciones policiales contra grupos ultras vinculados al fútbol, con una cifra de detenidos ligeramente inferior a la de la operación desarrollada a partir de 2014 en el caso Jimmy.
Entonces, más de 100 personas fueron arrestadas, aunque a lo largo de varios meses, por su supuesta implicación en la pelea en la que murió el seguidor del Deportivo de la Coruña Francisco Javier Romero, conocido como Jimmy.
Fue el pasado 29 de octubre cuando, horas antes del partido correspondiente a la jornada 11 de liga entre el Real Betis Balompié y el C.A. Osasuna, se produjeron graves enfrentamientos en los que participaron cerca de un centenar de hinchas en las inmediaciones del estadio Benito Villamarín, en Sevilla.
La investigación ha acreditado que los implicados, que forman parte de Indar Gorri, United Family y Supporters Gol Sur, hicieron uso de objetos contundentes como palos de madera, barras de metal y mobiliario urbano.
Las imágenes fueron grabadas por transeúntes y vecinos y se hizo viral en redes sociales un vídeo en el que se observa a unas cinco personas golpear con palos a otra que se encontraba inconsciente en el suelo.
Una vez dispersada la reyerta, los agentes intervinieron los objetos empleados como armas, así como material pirotécnico.
Al menos una veintena de detenidos quedaron en libertad tras pasar a disposición de la autoridad judicial el jueves, mientras se espera que el resto comparezca ante el juez a lo largo de este viernes, según fuentes judiciales.
La operación, llevada a cabo por las brigadas provinciales de Información de Sevilla, Pamplona y Madrid, con la colaboración de unidades de seguridad ciudadana, ha sido coordinada por la Comisaría General de Información y ha contado con el apoyo de la Oficina Nacional de Deportes.
El juez navarro no ha prohibido la entrada al campo
Con respecto a los detenidos, el titular del juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona ha denegado la solicitud de prohibición de acceso a recintos deportivos a los sesenta seguidores de Osasuna.
"No ha lugar a adoptar la medida cautelar de prohibición de acceso a recintos deportivos", ha determinado el juez en el auto en relación a la demanda formulada en ese sentido por el fiscal el jueves, a la que se ha sumado LaLiga, que se ha personado en la causa este viernes.
En la operación, según los datos facilitados por la Policía Nacional, han sido detenidas 60 en Pamplona, 23 en Sevilla y una en Madrid. En el caso de las detenidas en la capital navarra, ya han pasado todas a disposición judicial y han quedado en libertad.
Respecto a la petición de prohibición de acceso a recintos deportivos, el juez al argumentar la decisión de denegar la medida indica que debe tenerse en cuenta que se trata de incidentes ocurridos hace más de cuatro meses sin que consten en las actuaciones otros hechos semejantes en los que se hayan visto involucrados.
Recoge que, según los agentes intervinientes, la pelea se produjo tras ser observado el grupo de aficionados (de Osasuna) por un aficionado del equipo local que "dio aviso a otros que acudieron al lugar con palos y barras de metal, que no consta portaran inicialmente los seguidores del equipo visitante, no resultando herido más que un aficionado de este y sufriendo daños tres vehículos, sin que existan denuncias por lesiones".
El juez señala también que "si se pretende una actuación conjunta y con una finalidad unitaria en la comisión y perpetración delictiva del enfrentamiento violento", el hecho de que los aficionados de Osasuna se encontraran juntos no puede considerarse "como un elemento a valorar pues puede ser una mera consecuencia del desplazamiento colectivo y la ubicación conjunta en el estadio".
"Tampoco puede considerarse en tal sentido el hecho de que no huyeran, extremo coherente con el hecho de encontrarse en una ciudad en principio desconocida", agrega el juez, que concluye precisando que "todo ello sin perjuicio de lo que pueda acordar el Juzgado que conoce de la causa a la vista de la información completa de las actuaciones procesales".