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Sevilla

Los vestigios judíos de Santa María de la Blanca

La retirada del retablo mayor del templo ha dejado al descubierto restos del antiguo muro de cierre de la sinagoga

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Las obras en Santa María la Blanca.

Las obras en Santa María la Blanca.

Las obras en Santa María la Blanca.

Las obras en Santa María la Blanca.

Las obras en Santa María la Blanca.

  • Las obras de restauración de la capilla mayor llegan a la recta final y se prevé que finalicen en julio
  • La sinagoga llevaba oculta más de 300 años y no podrá volverse a ver cuando se recoloque el retablo
  • La proyecto de restauración tiene una doble vertiente: mueble e inmueble

La Iglesia de Santa María la Blanca lleva desde noviembre inmersa en un proceso de restauración en la zona de la Capilla Mayor y el Retablo Mayor, espacio que no había sido investigado anteriormente por la dificultad que suponía retirar el retablo y que al ser desmontado, pieza por pieza, ha dejado al descubierto una serie de vestigios judíos, concretamente del "sancta sanctórum de la antigua sinagoga".

La obra de restauración tiene una doble vertiente, pues afecta a la parte mueble y a la inmueble. El movimiento de desplome hacia delante que había estado sufriendo la estructura muraria a la que el retablo se encuentra sujeto ha provocado, en palabras de José María Rincón, arquitecto director de la obra en la parte inmueble, “una situación anómala” en la que “ya no era el retablo el que era sostenido”, sino lo contrario. Se ha estado dotando, señala, de “una estructura ligera metálica, de aluminio” a la zona de sujeción.

La intervención tendrá un coste de 87.000 euros para la parte inmueble y alrededor de 90.000 euros para la mueble. “La obra está prevista que la terminemos en el mes de julio”, ha señalado Rincón.

“Sabíamos que en este proceso le íbamos a quitar el velo a una zona interesantísima de la iglesia desde el punto de vista patrimonial e histórico”, comenta Rincón en referencia al muro de cierre de la sinagoga, una parte del templo que llevaba oculta más de 350 años -y presumiblemente no podrá volverse a ver-, cuando la iglesia sufrió el proceso de transformación barroca comandada por el canónigo Justino de Neve y que conformó la actual configuración de la Capilla Mayor.

 

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En su origen, Santa María la Blanca era una mezquita que, con la llegada de los cristianos en 1248, pasó a ser una sinagoga y en 1391, previo asalto a la judería, se convirtió en iglesia. Con el paso a templo cristiano, ha señalado Valiente, “se elimina” la decoración de la zona del hejal, posteriormente presbiterio, del que sólo persisten tres hornacinas de 79 centímetros de ancho, 46,5 de fondo y unos 1,15 metros de alto.

Además de los ya, mencionados, a la presentación de estos hallazgos acudieron Carmen Ortiz, delegada de Turismo, Cultura y Deporte en Sevilla; Miguel Ángel Núñez, párroco de la iglesia; Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural de la Archidiócesis; y José Joaquín Fijo y Almudena Fernández, encargados de la restauración del retablo.

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