Sevilla ha comenzado a poner
límites al turismo buscando una
mejor convivencia con los vecinos, especialmente en el
casco antiguo, donde ha comenzado a instalar
señales en las que les indica la
prohibición que existan
grupos organizados de visitas que superen las 30 personas y el uso de
radioguías, las
actuaciones callejeras, no usar
vehículos de dos ruedas en zonas peatonales y respetar los
horarios de carga y descarga, además de pedirles
evitar interferir en el tránsito normal de las calles y plazas, no obstaculizar la entrada a los edificios o
invitarles a consumir productos locales.
Así, el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Turismo y Cultura, ha puesto en marcha una
campaña de colocación de señalética en el
casco histórico de la ciudad dentro de las actuaciones para buscar una mejor convivencia entre visitantes y vecinos, que, según la delegada, Angie Moreno, para busca "instaurar un
código de buenas prácticas y regular los flujos de turistas en las zonas donde hay mayor concentración".
"
Nuestra prioridad son los vecinos de Sevilla, desde el Gobierno Municipal trabajamos para que el
impacto del turismo en los vecinos
sea lo menos negativo posible, en especial a los zonas más saturadas como son el barrio de Santa Cruz y Triana", ha señalado.
Entre las medidas que recogen las
nuevas señaléticas, se encuentran la prohibición de las
actuaciones callejeras, el uso de las radioguías, el máximo de 30 personas en grupos turísticos, entre otras. Además, "estas placas
recuerdan y sugieren a los visitantes que; consuman
productos locales, que cuiden el
patrimonio o respeten la
privacidad de las comunidades vecinales", apunta Moreno.