El Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla ha estimado que la morosidad bancaria, de las entidades financieras, en las comunidades de propietarios asciende a 11 millones de euros.
En una nota, los administradores urgen a los bancos que “paguen a las comunidades, pues están percibiendo que la morosidad de las entidades financieras amenaza el buen estado de un inmueble al no poder sufragar, el resto de los vecinos, los pagos correspondientes”.
Considera que esta nueva situación, en la que se está acumulando la deuda de los bancos, “dificulta la consecución de acuerdos para la necesaria renovación de los presupuestos, la realización de las obras necesarias y, en definitiva, el desarrollo normal de la actividad de las comunidades de propietarios”.
El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas y a su vez el Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla han trasladado su preocupación por la creciente morosidad que las entidades financieras están adquiriendo con las comunidades de propietarios, deuda que en Sevilla asciende a unos 11 millones de euros, elevándose el cómputo de morosidad total a unos 47 millones de euros.
Para el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla y secretario del Consejo Andaluz y el Consejo General, Rafael del Olmo, “se trata de un problema que nos preocupa bastante, pues percibimos día a día el malestar que esta situación está provocando en las comunidades”.
Ha agregado que como consecuencia de la crisis financiera y del sector inmobiliario, “un ingente número de promotoras, constructoras y en menor medida, familias, no han podido hacer frente al pago de su deuda hipotecaria, razón por la que las entidades financieras, tras los desahucios ejecutados, pasan a ser propietarios de un elevado número de inmuebles, en especial, viviendas y locales”.
Apunta que “la situación crítica de algunas de estas entidades, junto con las enormes dificultades que tienen para hacer frente a la gestión de estos activos, provocan que no estén cumpliendo, puntualmente, con sus obligaciones económicas con la comunidad de propietarios”.
Aumento de cuotas
Este “incumplimiento” conlleva, a juicio de los administradores, “ingentes problemas económicos para los vecinos de esos inmuebles”, que “tienen que ver aumentadas sus cuotas comunitarias para afrontar el impago que originan el resto de las viviendas y locales con su morosidad”. Los administradores perciben en éste un “sangrante problema económico, que conlleva la posibilidad muy real del deterioro de un edificio porque sus vecinos no pueden asumir el coste de los recibos que dejan de abonar dichas entidades”.
El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas estima que el importe global del presupuesto que estos profesionales gestionan asciende a unos 35.000 millones de euros en todo el país (en torno a un 3,5% del PIB).
Hasta la fecha, los administradores “han conseguido, con profesionalidad y un gran esfuerzo de las familias, mantener casi en su totalidad la actividad en este sector”.
Sin embargo, la acumulación de la deuda de los bancos hacia las comunidades, “puede poner en peligro ese inestable equilibrio”, tanto por los aspectos económicos como por los problemas de convivencia que se están produciendo, “y que en la práctica complican, notablemente, lograr la necesaria renovación de los presupuestos, los acuerdos para realización de las obras y, en definitiva, el desarrollo normal de la actividad de las comunidades de propietarios”.