Las nuevas irregularidades publicadas sobre la gestión del alcalde de Tomares y posible sucesor de Juan Ignacio Zoido al frente del PP andaluz, José Luis Sanz, han salido a la palestra parlamentaria durante el debate posterior a la comparecencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Los socialistas han usado al “delfín” de Zoido para atacarlo directamente, al considerar que se va “tocado por la corrupción”.
Ha sido Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE, quien directamente ha considerado una “lástima” que la crisis interna del PP-A le impida levantar la mirada “más allá de su propio ombligo”. Aunque le ha deseado que Madrid le permita “que este cáliz pase pronto”, sí que ha considerado que “una operación sucesoria contaminada” es lo que se lo impide.
Jiménez hacía referencia directamente al Ayuntamiento de Tomares y a su alcalde, José Luis Sanz, y por quien Zoido ha apostado claramente como su sucesor, un “delfín” en cuyo Consistorio “no sólo se encargaban copas y langostinos, sino pequeños informes que se pagaban a precio de oro”.
Para el portavoz socialista, Zoido llegó como su antecersor en el cargo, Javier Arenas, “con el único argumento de la corrupción y se va también como él, tocado por la corrupción”.
Ha asegurado que Zoido se reunió con Bárcenas, que cobró sobresueldos, que su declaración de bienes era falsa y que no entregó las cuentas de su partido, un “juez justiciero” que se va “manchado por la corrupción, que le vuelve como un boomerang”.
Zoido no ha querido entrar al trapo en su intervención y se ha limitado a calificar de insultos las palabras de Jiménez, aunque sí que ha considerado que Susana Díaz “ha demostrado que en el tema de la corrupción está alineada en la misma posición que Chaves y que Griñán”.
El alcalde de Tomares se ha visto salpicado por varias irregularidades, la mayoría denunciadas por los andalucistas y a las que se ha sumado el resto de la oposición, siendo la última de ellas conocida que pagó gratificaciones al interventor, al secretario y a la tesorera municipal, cuando los dos primeros testificaron por la defensa de los tres imputados en la contratación irregular del concejal de Medio Ambiente actual.
Además, el PP tuvo que abonar facturas de comidas y bebidas que habían sido cargadas por dirigentes populares al Ayuntamiento tomareño.
