Asunción Demartos presentará su último trabajo, Bailaora, mañana martes acompañada de su cuadro flamenco. La polifacética artista, que además de bailar, escribe y pinta, lleva algún tiempo viviendo en Valencia pero no olvida sus raíces ni su tierra, por ello ha decidido que esta presentación sea en Sevilla y en un espacio con calado, como el Lope de Vega.
Se presenta ‘Bailaora’. Defíname el espectáculo.
–Una obra flamenca en forma y contenido que trata de mostrar al espectador algo más que la pura manifestación artística, fija la atención en su intérprete. El camino recorrido con todo lo que significa dedicarse al flamenco. La emoción, la preparación física, la evolución en el escenario, la soledad… Bailaora es la definición de un proceso vital que yo he vivido en primera persona y quiero mostrar al público.
Su vida ha cambiado en los últimos años. Cambio de ciudad, maternidad, ¿cómo ha influido todo esto en su obra?
–Ha cambiado mucho, no sólo en estos últimos años, podría decir que mi vida ha sido un continuo trasiego de circunstancias, viajes, cambios, un volver a empezar, un ir creciendo y aprendiendo y un cargarme de emociones que luego sin duda manifiesto en el baile ya que forman parte de lo que hoy soy. Esta evolución de vida la ha marcado siempre mi profesión y por ello Bailaora tiene en sí, todo de este camino recorrido.
¿Cómo se ve y se entiende el flamenco en la región levantina?
–Pues he de decir que hay poco mercado laboral. Aunque sí encuentro bastante afición, evidentemente no tanta como en Andalucía. Allí hay muchas escuelas de danza pero con diferencias a las de aquí. Por ejemplo, en Sevilla tengo mi escuela, La Pimienta, en el Cerro del Águila, donde la mayoría del alumnado son niñas de entre 4 y 7 años. Sus madres tratan de inculcarles el flamenco porque les gusta y lo han vivido desde pequeñas y quieren que sus hijas aprendan también sevillanas, al igual que hizo mi madre conmigo a los 4 años y que me ha llevado a dedicar mi vida al flamenco. Así se crea afición. Sin embargo en Valencia, tiran más para el ballet clásico y otras danzas y por supuesto las fallas.
El Teatro Lope de Vega es una plaza muy importante. ¿Por qué eligió este espacio para la presentación de Bailaora?
–Desde luego es un regalo bailar y estrenar en el Lope de Vega, un privilegio que a estas alturas del camino agradezco enormemente. Después de más de veinte años de trayectoria profesional y tras haber actuado en teatros nacionales e internacionales, sentía que debía actuar en Sevilla en un teatro con corazón, con encanto y solera ya que este espectáculo es un salmo precisamente a la dedicación, a la profesión y a los sentimientos. Por ello pretendo disfrutar cada paso y cada nota, y sinceramente no se me ocurría un lugar mejor para disfrutar de este estreno.
¿Qué hará Asunción Demartos después de la presentación de Bailaora, qué planes tiene para el futuro a corto plazo?
–Seguir bailando. Seguir caminando como lo he hecho hasta ahora, con esfuerzo y dedicación, amando mi profesión y por supuesto tratando de representar esta obra en los lugares que me brinden la oportunidad de hacerlo. No se olviden que soy bailaora y en ello seguiremos. Aquí, allí o donde nos dejen...
