La compra por parte de la familia Gallego del complejo de restauración y ocio Río Grande, uno de los más veteranos y populares de los que pueblan las orillas del Guadalquivir en Sevilla,
incluye un conflicto judicial que puede acabar salpicando a los nuevos propietarios. Los empresarios que venían gestionando desde 2005 parte de ese complejo, en concreto la terraza a pie de río conocida como Puerto de Cuba y separada del restaurante superior, y que fueron desalojados la pasado noche de Halloween (31 de octubre) por la anterior propietaria, han iniciado una múltiple respuesta legal.
Un comunicado difundido ayer por estos expropietarios asegura: “Puerto de Cuba en Liébana S.L. (la sociedad que gestionaba la terraza)
ha sido recientemente desalojada de manera no sólo ilícita sino también presuntamente delictiva de los referidos espacios arrendados y despojada por la fuerza de su posesión por la entidad propietaria, Río Grande de Sevilla y por su administradora, la empresaria María del Carmen García Sánchez”. Ello ha sido puesto en conocimiento de la policía y los juzgado de lo Penal.
Pero también se ha interpuesto una demanda en la jurisdicción civil en la que se solicita la restitución de los espacios sobre los que Puerto de Cuba en Liébana asegura tener un contrato en vigor.
Ese contrato es verbal, se estableció en 2005 y se fijó como indefinido, según fuentes de los demandantes.
"No conozco nada"
En el comunicado señalan además que Puerto de Cuba es la propietaria de esos espacios y estiman que la familia Gallego, a través de la sociedad Faeton Capital que ha ejecutado la compra, tendrá que respetar “todos los derechos arrendaticios que legítimamente titula Puerto de Cuba, no sólo en cuanto a la posesión de los espacios objeto de arrendamiento,
sino también incluso en cuanto al eventual ejercicio de los derechos de tanteo y retracto que pudieran corresponderle”. Las fuentes consultadas aseguran que está encima de la mesa extender la demanda civil contra Faeton una vez se les comunique de manera fehaciente el cambio de propiedad del complejo.
Por su parte, Miguel Gallego, al frente de Faeton, asegura que no conoce nada de este conflicto ni a los demandantes. Sin embargo, los exgestores aseguran en su comunicado de ayer: "
La condición de arrendataria de Puerto de Cuba ha sido puesta en conocimiento tanto de Faeton Capital como de Lando Inversiones (otra de las sociedades compradoras) en varias ocasiones y no sólo tras la aparición de las noticias de la hipotética venta en los medios de comunicación, sino incluso con anterioridad a la misma al tener conocimiento de negociaciones para ello".