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Sevilla

Una jornada atípica de mantillas

En el entorno de la Basílica de la Macarena había menos mujeres de mantilla que en otros años. Las previsiones de chubascos están teniendo sus efectos

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La previsión de lluvia para este Jueves Santo ha alterado una de las imágenes más típicas de la Semana Santa sevillana, como es la de las mujeres ataviadas con mantillas durante buena parte del día, hasta que se cambian de ropa para vivir la intensa Madrugá por las calles del centro de la ciudad.

Una de las zonas donde más mujeres con mantillas suele haber cada año es el entorno de la Basílica de la Macarena, aunque esta mañana eran muy pocas las que habían acudido con la ropa típica del Jueves Santo a ver a la Virgen antes de que salga en procesión a partir de las 12 de la noche.

Todo ello, en mitad de una jornada en la que luce el sol en la capital andaluza, aunque con nubes que anuncian que la tarde se puede complicar, y tras una jornada, la del Miércoles Santo, en la que la lluvia alteró los recorridos de las hermandades, que en algunos casos se tuvieron que refugiar en iglesias o la propia Catedral a la espera de que escampara.

Sólo las hermandades del Cristo de Burgos y de Los Panaderos optaron por suspender sus estaciones de penitencia, mientras que La Sed y San Bernardo precipitaron sus regresos, y el Buen Fin buscó refugio en la Anunciación, el misterio de la Lanzada fue acogido en El Salvador y el palio de la Virgen del Buen Fin se quedó en la Catedral, como los dos pasos del Carmen y los del Baratillo.

Por su parte, las Siete Palabras optó por volverse justo cuando la cruz de guía llegaba a la carrera oficial, aunque todas las hermandades, al filo de la medianoche, iniciaron el regreso a sus templos. 

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