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Caminar por un bosque reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés

El estudio se ha llevado a cabo con la participación de 31 personas voluntarias a las que se recogieron muestras de saliva en diferentes momentos

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  • Laboratorio.

Adentrarse en un bosque y pasear por él, además de ser agradable, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, según ha demostrado un nuevo estudio que ha analizado la evolución de este y otros biomarcadores en un grupo de voluntarios que anduvieron durante ocho horas en medio de un bosque de encinas mediterráneas.

La investigación, cuyos resultados publica la revista 'Forests', ha sido liderada por el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC) y ha sido desarrollada conjuntamente con investigadores del CREAF, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Murcia.



Los resultados de la investigación muestran el efecto fisiológico y psicológico de la exposición al bosque en distintos biomarcadores y proporcionan datos relevantes en este campo de investigación tanto para la comunidad científica como médica.

"Hemos dado un paso más para considerar los bosques como una herramienta válida de medicina preventiva que puede ser considerada por la sanidad pública y la sociedad en general; los bosques pueden ser espacios en los que mitigar nuestros niveles de estrés", resume el investigador del CTFC Albert Bach.

Este investigador trabaja en el Environment and Human Health Lab (EH2 Lab) del CTFC, liderado por Roser Maneja, donde estudian los complejos vínculos entre el medio ambiente natural y la salud humana con el objetivo de informar y facilitar la toma de decisiones en base a datos científicos.

El estudio se ha llevado a cabo con la participación de 31 personas voluntarias a las que se recogieron muestras de saliva en diferentes momentos durante 8 horas, antes y después de adentrarse en un encinar del Parque Natural del Montseny.

LA SALIVA EXPLICA MUCHAS COSAS

Bach explica que las muestras de saliva se utilizan ampliamente como método no invasivo en estudios de estrés, dado que permite un muestreo repetido en cortos intervalos de tiempo facilitando un seguimiento continuo.

Los investigadores analizaron tres biomarcadores: una hormona (el cortisol), una enzima (la alfa-amilasa) y un anticuerpo (la inmunoglobulina).

Los resultados mostraron "una significativa disminución de las concentraciones de cortisol a partir de la segunda hora de exposición en el bosque, que se mantiene hasta el final de la exposición", según el científico.

El cortisol salival es el marcador más utilizado en los estudios que analizan los efectos del bosque sobre la regulación del estrés y es útil para estudiar sus beneficios psicofísicos.

También vieron un aumento significativo de la actividad de la alfaamilasa a partir de la primera hora de estar en el encinar, aunque después se mantuvo estable.

Esta enzima se presenta como un marcador del sistema nervioso autónomo y se utiliza para evaluar el efecto positivo del medio natural en humanos.

Por último, vieron evidencias de una disminución significativa de inmunoglobulina a partir de la cuarta hora de paseo por el bosque, cuya expresión se ha relacionado con el estrés mental.

EL TIEMPO IMPORTA

El potencial de los bosques como fuente de salud ha conducido a numerosos estudios que aportan pruebas de sus beneficios y correlacionan la exposición a estos ecosistemas con la regulación del estrés.

Sin embargo, la mayoría de los estudios hechos hasta ahora habían analizado exposiciones a corto plazo, mientras que en este estudio por primera vez se presenta una evaluación que llega hasta las 8 horas de estancia en el bosque.

Además, según destacan los investigadores, también es la primera vez que hacen un estudio de estas características en bosques del ámbito mediterráneo con resultados satisfactorios, lo que "significa un paso adelante y abre la puerta a nuevas investigaciones en este tipo de bosque", concluye Bach. 

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