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No podía subir al avión con una cerveza… ¡y la facturó!

A la hora de volar siempre nos topamos con decenas de restricciones y una de ellas es el tamaño de los equipajes de mano e incluso de los bultos facturables, pero nunca se han establecido tamaños mínimos, así que un buen hombre consiguió facturar una lata de cerveza. Otro de los problemas es la prohibición […]

A la hora de volar siempre nos topamos con decenas de restricciones y una de ellas es el tamaño de los equipajes de mano e incluso de los bultos facturables, pero nunca se han establecido tamaños mínimos, así que un buen hombre consiguió facturar una lata de cerveza.

Otro de los problemas es la prohibición de viajar con líquidos en la cabina y eso fue justamente lo que «obligó» a este señor a tomar una divertida decisión. Al no poder pasar con su lata y no querer ingerirla en ese momento, la facturó.

Hay que apuntar que su aerolínea no le iba a cobrar por el primer bulto facturado y eso le facilitó la broma, así que se puso manos a la obra. Ante la sorpresa de los operarios, realizó los trámites necesarios, así que no hubo más remedio que etiquetar la lata, llevarla a la bodega del avión y devolvérsela a su propietario a través de la cinta de equipajes.

Una vez llegó a Perth, procedente de Melbourne, el señor recogió su lata y se marchó tan feliz a enfriarla para disfrutarla a lo grande.

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