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Si te gustan los mininos pero no puedes tener animales, elige un gato biónico

Daniel Galilea | EFE | Si le gustan los gatos, pero no puede tener un animal de verdad porque es alérgico al pelo, viaja mucho o el contrato de alquiler se lo impide, ahora puede disfrutar de una simpática compañía gatuna, que le dará sorpresas y alegrías sin causarle molestias, gastos en comida o veterinario, […]

Daniel Galilea | EFE | Si le gustan los gatos, pero no puede tener un animal de verdad porque es alérgico al pelo, viaja mucho o el contrato de alquiler se lo impide, ahora puede disfrutar de una simpática compañía gatuna, que le dará sorpresas y alegrías sin causarle molestias, gastos en comida o veterinario, ni tener que preocuparse por los arañazos en las cortinas o el tapizado de los sillones.

El gato mascota biónico MarsCat desarrollado por Elephant Robotics, ER, (www.elephantrobotics.com/en) con sede en Shenzhen, (China) es “una mascota robótica doméstica que acompaña, consuela, alegra y sorprende a sus usuarios al igual que un gato real”, según sus creadores.

Este gato, que comparte actividades con su dueño y “se divierte” en solitario cuando aquel está ocupado, es capaz de escuchar la voz de una persona cuando dice su nombre, además de verle la cara y de “sentir” cuando lo están tocando, explican desde ER.

En el desarrollo de este “perfecto y ronroneante compañero” se ha utilizado el diseño biónico, una rama de la ingeniería que estudia y desarrolla aplicaciones tecnológicas para simular el comportamiento, forma o funcionamiento de los organismos vivos con fines industriales, médicos, militares o recreativos.

Robot MarsCat, junto a su dueño. Elephant Robotics.

Según ER, el usuario puede acariciarle la cabeza, mandíbula y espalda al gato biónico y abrazarlo, y después de tocarlo durante un tiempo, MarsCat interactuará con esa persona de diferentes maneras, por ejemplo, sentándose y mirándola, pestañeando y cambiando la imagen de sus ojos o empezando a gruñir

 

UNA MASCOTA CON PERSONALIDAD
Este robot doméstico de compañía maúlla, mueve la cola, gira la cabeza y recibe a su dueño saludándolo con su pata delantera y olfateándolo cuando llega a casa, además de cerrar los ojos lentamente cuando se lo acaricia, demostrando que eso le agrada.

También es capaz de acercarle un objeto, como un salero, a la persona con la que convive, y simular que come en un cuenco.

Desde ER afirman que “cada gato biónico es único”, dado que puede personalizarse y evolucionar en base a sus interacciones.

Su propietario puede elegir aspectos físicos como el color de sus ojos o su cuerpo, y también algunas facetas psicológicas como su estado de ánimo, y niveles de sociabilidad y de actividad.

Su personalidad (intensidad y frecuencia de sus movimientos y sonidos) y su carácter (enérgico, retraído, enérgico, holgazán, sociable o tímido) van evolucionando en respuesta a las distintas interacciones que mantiene e influencias que recibe, informa a EFE Carrie Li, gerente de operaciones de mercado de ER.

INTERACTIVO, INTELIGENTE Y AUTÓNOMO
Según esta portavoz, el algoritmo informático que utiliza este gato robótico permite que sus preferencias y los trucos que efectúa varíen de un gato a otro, confiriéndole una características y forma de ser únicas, sin que haya dos iguales en el mundo.

Además, dado que MarsCat responde a los comandos de voz, «puedes hablar y pedirle que camine o que se acerque a ti, aunque no siempre seguirá tus órdenes o hará las cosas que le dices, ya tiene sus propios sentimientos», según apunta Carrie Li.

Robot de compañía mira sus juguetes. Foto de Elephant Robotics.

Añade que este robot puede ver a su dueño y también a sus propios juguetes (pelotas, señuelos y peces), con los que juega y se entretiene, gracias a sus mecanismos articulados de movilidad y a su sistema de reconocimiento de objetos en movimiento.

Marscat es capaz de encontrar su propia cama, para dormir y descansar, y desplazarse hasta su estación de carga eléctrica, sobre la cual se posa para recargar automáticamente sus baterías cuando se está quedando sin energía, sin que intervengan su dueña o dueño humanos.

Mascota biónica recibe caricias. Foto de Elephant Robotics.

Detrás de todas esas funciones, capacidades, interacciones y comportamientos, hay un avanzado conjunto de tecnologías mecánicas, informáticas y electrónicas, como sensores, actuadores (elementos que funcionan como motores), microprocesadores, inteligencia artificial, algoritmos informáticos, cámaras, micrófonos y comunicación inalámbrica.

MarsCat, cuerpo blanco y ojos azules. Foto de Elephant Robotics.

El usuario dispone de una ‘app’ para dispositivos móviles que permite modificar la personalidad del gato biónico, monitorizar su evolución y darle instrucciones, así como configurar el color de sus ojos y sistema de reconocimiento facial, y controlar su forma de moverse, hablar e interactuar, entre otras funciones.
Daniel Galilea

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