Resulta imposible comprender la mentalidad de otros países y culturas, pero este caso nos llama poderosamente la atención por lo primitivo que nos parece. El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha planteado su idea de prohibir el sexo oral porque «la boca es para comer».
Según Museveni, la culpa de que los ugandeses practiquen este tipo de relaciones sexuales es de los extranjeros, que han intoxicado con sus costumbre a los ciudadanos locales. Encontrándose ante los medios en una rueda de prensa, el presidente aprovechó para «advertir públicamente a nuestro pueblo de las malas prácticas promovidas por algunos extranjeros: la boca es para comer, no para el sexo, que se hace de otra forma», sentenció.
Pero no es la primera polémica por temas sexuales de este señor, que hace años instauró una ley contra los homosexuales que permite castigarlos con la cárcel si son descubiertos. Además, incluso puede multarse a quien conozca a homosexuales y no los denuncie. Por si había dudas de la mentalidad de este hombre, también ha dicho en varias ocasiones que «si pones la boca ahí te pueden entrar gusanos en el estómago porque esa forma de usarla es incorrecta».
