Matilde Pont – EFE – Una niña de 7 años, Arlet, sueña que pintando y vendiendo pinzas de tender la ropa se puede ayudar a investigar sobre el coronavirus para que no mueran más personas por esta pandemia.
«Papá, podemos pintar pinzas, hacer una tienda, venderlas a un euro y todo el dinero que obtengamos darlo a los hospitales para ayudar», cuenta su padre, Jordi Hernández, que le dijo la niña hace apenas una semana.
El padre sabe que la idea es tan «magnífica» como «inviable» pero se ha propuesto hacer realidad el sueño de ayudar de su hija, con el proyecto «Pinta la pinça», que ya tiene más de 20.000 seguidores en Instagram y busca mecenas.
«Este proyecto es muy importante para recoger dinero para que se pueda investigar y sobre todo que ya no mueran más personas. Morirán, pero no morirán tantas» sostiene, con vehemencia Arlet, que en pocos días ha perdido a un abuelo y a una abuela, cuando se le pregunta.
Niña al fin y al cabo, añade: «Encuentro muy importante que este virus acabe y podamos ir al cole, salir a la calle y que todas las fiestas de cumpleaños que debamos hacer las podamos hacer, podamos ir al parque con los amigos, muchas cosas».
También reconoce que a ella lo que más le gusta del proyecto ‘Pinta la pinça’ es que «los niños, abuelos tíos, bisabuelos, etc. pinten pinzas y envíen, fotos, comentarios» en Instagram.
Porque, como explica Jordi, «el objetivo de pintar la pinza es doble» y el primero de ellos es «entretener a familias, pequeños y mayores para que hagan cosas estos días de confinamiento» ya que «a veces se nos acaban las ideas».
«El segundo es conseguir el máximo número de seguidores posible en la cuenta de Instagram porque la voluntad es que por cada seguidor que haya se dé un euro para la investigación sobre el coronavirus», añade.
El padre de Arlet destaca que «ahora mismo, el proyecto de pinta la pinza se encuentra en el punto que tenemos más de 20.000 seguidores, mucho amor por parte de la gente, muchos mensajes bonitos, mucha colaboración de cualquier lugar de España».
